¿Por qué Claudia?

Columnas Plebeyas

Claudia será presidenta de México,

no por ser mujer, si no por ser la mujer que es.

Porque Claudia Sheinbaum Pardo es la persona idónea para dirigir los destinos de México en los próximos años. Ella tiene los atributos, la experiencia, la trayectoria, el compromiso, el proyecto y la sensibilidad para dirigir, con un equipo de personas competentes y comprometidas con México, la continuación de las grandes transformaciones iniciadas por Andrés Manuel López Obrador. Claudia apuntalará, profundizará y agregará su propio estilo y talento personal en los temas pendientes. Con el apoyo de la ciencia, fortalecerá con sustento los temas de seguridad, medio ambiente, justicia restaurativa, atención prioritaria a las mujeres, entre otros.

Claudia será presidenta de México, no por ser mujer, si no por ser la mujer que es.  No como resultado de una concesión barata y patriarcal del sistema que tanto pregonan sus adversarios;  solo pueden observar la tutela del presidente en ella y no pueden ver sus propios méritos; lucha, coherencia, compromiso, capacidad y sí, reconocimiento del presidente y de millones de personas que vemos en ella a la persona idónea de cara al futuro cercano. Argumentar que su mayor mérito es la tutela presidencial, es una ofensa machista y sexista a Claudia.

El 18 de marzo pasado, en el marco de la expropiación petrolera, el presidente nos dio una clase de historia, ayudándonos a recordar que no debemos equivocarnos de nuevo y otorgar el respaldo a un neoliberal, como sucedió con Manuel Ávila Camacho en la sucesión de Lázaro Cárdenas en vez de a Francisco J. Múgica, el hombre más cercano a las ideas del entonces presidente. Como hoy Claudia lo es a él.  Esa decisión equivocada, representó décadas de gobiernos neoliberales. Igual que entonces, en estos días existe la presión de los poderes fácticos, la oligarquía, los medios de comunicación privados, las clases acomodadas y convenencieras, así como la presión que generan en Estados Unidos los sectores conservadores cercanos al defenestrado Donald Trump. En este momento, las falsas incertidumbres políticas y económicas, como ha quedado demostrado, no tienen cabida en la 4ta trasformación y su necesaria continuidad.

Es necesario acabar con la corrupción, los privilegios, la ineficiencia y sobre todo, seguir evitando el saqueo de nuestra riqueza natural y social, como ha pasado con el petróleo, con la generación de energía eléctrica, la telefonía, la industria minera, la farmacéutica, el turismo y otras ramas claves de la economía nacional.

Hace aproximadamente año y medio, el Dr. Enrique Semo nos invitó a un grupo plural de libres pensadores a expresar nuestras ideas sobre los temas de nuestra especialidad en un libro para continuar, bajo el liderazgo de Claudia, la cuarta trasformación iniciada por el presidente de México. Como proceso histórico y a pesar de sus grandes resultados, es todavía una transformación en proceso. A pesar del temple, la entrega, nacionalismo y compromiso a favor de los más pobres y marginados del país; haciendo, como dijo él mismo, en un sexenio lo de dos; con dobles (y a veces triples) jornadas, seis años no alcanzan para todos los cambios que este país se merece. Además, si sumamos a esto, el reto de gestionar la pandemia y la oposición y contubernio de los ahora aglutinados en el Frente amplio, que son cara visible de la oligarquía mexicana, es evidente que la transformación necesitaría de más tiempo para llevarse a cabo.

Revertir el entreguismo a capitales trasnacionales bajo el cobijo de las energías limpias (yo digo sucias, por los contratos leoninos) para la industria eléctrica y petrolera. ¡La última novedad! La feroz oposición de la oligarquía mexicana a los libros de texto gratuito, que nunca han leído, ni cuando eran niños y niñas -demasiado corrientes para sus ojos y mentes-.  Ahora sabemos que la elaboración de contenidos, revisión, edición e impresión se hacían a través de contratos a modo con muchas empresas españolas; 2,500 millones de pesos solo en el periodo de Peña Nieto. No pueden ver la visión integral de la educación y parece que solo quieren temas encasillados y obsoletos. No pueden ni quieren reconocer los temas emergentes importantes. Su empecinamiento arcaico de un modelo de familia mexicana único diferente al actual es insultante. Reconocer que las familias son diversas, heterogéneas y plurales los espanta en su inagotable doble moral. Y estos son solo ejemplos.

En esos meses a los que hago referencia, tuve la fortuna de escuchar personalmente a Claudia y explicar con elocuencia el pensamiento Obradorista. Ella decía, palabras más palabras menos, “cero corrupciones, austeridad republicana, no privilegios, primero los pobres y que el Estado recupere la primacía del poder. Así de sencillo y concreto. Ni siquiera es una propuesta radical de izquierda, es en todo caso, una propuesta de economía moral”. También nos dijo que alguien que no sea el presidente lo tiene que expresar. Inspirado en esta provocación, escribí un ensayo en donde desarrollo una serie de ideas que fueron publicadas en este mismo espacio, meses atrás. 

 Claudia es la única garantía de la continuación y consolidación de la 4a trasformación. Ella puede ir inclusive, un poco más allá.  Puede incorporar nuevos temas y temas no lo suficientemente atendidos por AMLO. La agenda ambiental, de cambio climático, la ciencia, la tecnología y la innovación, la movilidad integral sustentable, la economía social solidaria, el apoyo a la micro y mediana empresa y una visión de vanguardia en el tema de seguridad. Todos estos temas y por supuesto, el tema de género, la urgente atención a las perspectivas de las mujeres, la profundización en la revolución educativa y el abordaje integral al campo, han sido reflejados y prologados por ella en la obra referida líneas arriba.  

Hay pendientes y los ambientalistas progresistas lo saben y esperan su atención urgente.  Pendientes en materia socio ambiental que necesitan un abordaje inteligente y estratégico. Asegurar la consolidación y profundización en nuevas reglas para la industria minera apoyando la nueva ley minera, en particular con los minerales emergentes es un tema necesario. La movilidad con énfasis en la continuación de la rehabilitación y la recuperación de la red ferroviaria nacional, sobre todo para el transporte de mercancías, con urgencia en el trazo México-Querétaro- San Luis Potosí -Monterrey- Laredo.  La consolidación activa y participativa de espacios naturales por conservar y manejar; la creación de nuevas leyes ambientales modernas, (Ley General de Biodiversidad y Cambio Climático) son solo ejemplos. La participación social campesina e indígena tan necesaria en todos estos temas (sus guardianes sociales vinculados a la ecología política) entre otros temas de la agenda nacional.

Un gran reto que tendrá que afrontar Claudia será la de terminar las obras que empezó el presidente. Tendrá que lidiar con los saldos ambientales y sociales del tren maya y el tren transoceánico, afrontando una perspectiva, tan audaz como urgente, de completar las mega obras con un impulso al desarrollo regional endógeno del sureste de México.

Ella sabe cómo hacerlo y lo demostró de sobra en la ciudad de México. Su capacidad científica para afrontar la complejidad y diversidad, la convierten en la persona ideal para el conjunto de retos que deberá enfrentar.

Lo que sigue es refrendar su trayectoria y futuro compartido en la primera fase de esta tarea; lograr que encabece los trabajos de la coordinación de MORENA para los nuevos tiempos, como seguramente será.

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