Construir cultura democrática

Columnas Plebeyas

Se piensa que la democracia trata de partidos políticos, ganar elecciones, instituciones electorales o gobernar algún país; sin embargo, el concepto es amplio y existen distintos tipos de democracia y formas de concebirla. Sus raíces etimológicas remiten el gobierno del pueblo, esto supone en sí un principio: 3l respeto a los acuerdos de las mayorías. 

Hablar de cultura democrática es compartir la idea de que la democracia es la forma idónea de organizarnos socialmente, que aceptamos las reglas, respetamos acuerdos, promovemos el consenso y participamos de él. México es un país cuya cultura democrática se ha construido lenta y paulatinamente; la creación de instituciones y leyes electorales, el reconocimiento a la participación social, la masificación de la comunicación, la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, el uso de internet y la evolución de las sociedades han contribuido a construirla. 

La cultura democrática no sólo trata de la participación electoral, va de construir diálogos, escuchar distintas voces, incluir el disenso, promover la participación de todas las personas, generar acuerdos y respetarlos. Para cimentar la cultura democrática es importante considerar mecanismos donde las personas puedan participar libre y voluntariamente en la toma de decisiones, institucionales o no.

Todas las personas pueden contribuir en la construcción de la cultura democrática, desde que tomamos decisiones en familia, cuando escuchamos a las y los compañeros de trabajo, cuando participamos de la junta vecinal, cuando nos reunimos para tomar acuerdos; es decir, cada que establecemos mecanismos equitativos de participación y acuerdos de las mayorías estamos construyendo cultura democrática.  

También se construye cultura democrática en la difusión y respeto de ideas y voces diversas, sobre todo de aquellas que han sido excluidas. Hoy día la masificación y exposición de opiniones ha formado la idea de que todas y todos podemos participar de la discusión pública. Lo que antes se pensaba como un acto limitado a pequeños grupos de voces autorizadas, hoy se percibe como una posibilidad común. La vigilancia colectiva se vuelve manifiesta, la facilidad para agruparnos es evidente, se visibilizan más las y los distintos actores sociales. En términos generales, la sociedad ha adquirido mayor conciencia sobre sus derechos y la posibilidad de participar más en la discusión pública y toma de decisiones sobre lo que es mejor para el país. 

Cada vez hay mayores herramientas para fortalecer la democracia; sin embargo, estos mecanismo y recursos legales pueden ser insuficientes si no los acompañamos de un sentido de justicia, instrumentos equitativos, una praxis ética y valores que favorezcan la voluntad y beneficio de las mayorías.

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