También estamos comiendo mejor

Columnas Plebeyas

Además de medir el ingreso y gasto de los hogares por diferentes fuentes y rubros, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares pondera la frecuencia semanal en el consumo de los diferentes grupos de alimentos. Dentro de estos se encuentran: tortillas o cualquier otro alimento hecho a base de cereales; aceites, mantequillas y manteca; azúcares, miel, mermelada y similares; condimentos, té y café; leguminosas; verduras; lácteos; frutas; huevos; diferentes tipos de carnes; tubérculos; y pescados y mariscos. En general, en economía se suele clasificar a los bienes como inferiores, normales y superiores o de lujo, dependiendo de la elasticidad ingreso de la demanda. Lo anterior, en castellano, significa cómo cambia la cantidad consumida de un bien o servicio ante un cambio en el ingreso de las personas o de los hogares. Así, es de esperar que, por ejemplo, cuando aumenta el ingreso de las personas, comiencen a consumirse más alimentos cuyo precio sea generalmente más alto y se recurra en menor medida a alimentos que no son considerados de muy buena calidad o de su gusto. Cabe aclarar aquí que no necesariamente esta consideración está siempre relacionada con la calidad nutritiva y el precio, ya que, por ejemplo, las sardinas son un alimento barato de alta calidad nutricional pero que, en México, por cuestiones culturales no es de consumo masivo. 

A nivel nacional, de 2020 a 2022 no se reportan grandes cambios en la frecuencia de los días de consumo a la semana de los diferentes grupos de alimentos. Sin embargo, cuando el caso se analiza a nivel de entidades federativas aparecen patrones principalmente favorables. El primero de ellos es que en 11 entidades federativas aumentó la frecuencia en el consumo de verduras en un día a la semana. Se trata de Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, Tamaulipas y Yucatán. Sin embargo, en Zacatecas cayó en un día. El consumo de leguminosas creció en un día en promedio a la semana en seis entidades federativas: Baja California Sur, Ciudad de México, Estado de México, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán. En cinco entidades aumentó el consumo de lácteos en un día a la semana: Chiapas, Puebla, Sinaloa, Sonora y Tlaxcala. No obstante, en Nayarit cayó en un día. El consumo de frutas aumentó en un día en promedio a la semana en cuatro entidades federativas: Baja California Sur, Quintana Roo, Sinaloa y Sonora. Sin embargo, cayó en la misma proporción en tres entidades: Ciudad de México, Puebla y Tlaxcala. Finalmente, el consumo de huevo cayó en Baja California, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas. Cabe destacar que el precio internacional del huevo llegó a triplicarse a nivel internacional durante el año pasado debido, en buena medida, al incremento en el precio de los alimentos para las aves, un factor derivado, a su vez, del aumento en el precio de los granos y fertilizantes por la guerra entre Ucrania y Rusia, así como de brotes de influenza aviar.  

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