La coyuntura actual nos ha traído a hablar de la posibilidad de que dos mujeres –Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez– se enfrenten por la presidencia en 2024. Esto tiene al menos dos ejes interesantes de análisis, que, aunque no son el tema central de este texto, vale la pena numerar como parte del contexto.
- Los medios tienen a su candidata y no se esfuerzan en disimularlo. Esto lo vemos claro en la estrategia mediática ensordecedora –que dudosamente es gratuita y orgánica– a favor de la panista y en la diferencia en la cobertura del proceso interno de morena vs el de la oposición. Pareciera que la falta de transparencia en el proceso interno del PRI-PAN que desembocó en una desbancada del PRI pasó desapercibida, mientras que los esfuerzos para desprestigiar el proceso interno de morena fueron –y siguen siendo– coordinados y feroces.
- El papel de las mujeres en la política. Si bien la cargada mediática a favor de la panista es innegable, no se puede minimizar la profundidad de la transformación en México. Antes de este sexenio, jamás habríamos pensado que las mejor posicionadas en ambos bloques políticos serían mujeres.
En este contexto, a pesar de que aún faltan algunas semanas para que se seleccione a las dos personas que encabezarán los esfuerzos por las elecciones de 2024, es relevante señalar y comparar los proyectos que proponen los distintos bloques. Para efectos de análisis, expongo una de las principales diferencias entre las dos punteras en la contienda: soberanía energética.
Durante el segundo foro de La ciudad y la transformación sobre soberanía energética[1], el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contó una serie de anécdotas sobre cómo Claudia Sheinbaum ideó, dirigió y ejecutó varios proyectos conjuntos entre el gobierno de la CDMX y la CFE para mejorar la movilidad, renovar sistemas eléctricos y resolver problemas con infraestructura pública. En este foro –además de mostrarnos una ventana al tipo de gobernante y política que es Sheinbaum– se puede ver la claridad de su postura ideológica con respecto a la soberanía energética.
No es secreto que hay posturas contrarias en materia energética entre la 4T y el PRI-PAN. Para Sheinbaum, por ejemplo, la electricidad debe considerarse un derecho, no una mercancía y, por lo tanto, la rectoría de la industria debe estar en manos del Estado, para así poder garantizar que la población mexicana tenga acceso a la electricidad. Para el PAN –y la senadora Gálvez estuvo en sincronía con su partido en este tema[2]– el sector privado puede manejar la industria, a pesar de que esto haya generado en otros países incrementos estratosféricos en las cuentas de luz[3] y crisis de suministro eléctrico[4]. En sus posicionamientos públicos, la senadora panista argumentó en contra de la Reforma Eléctrica bajo el pretexto de las energías limpias –omitiendo que la CFE genera el 55% de las energías limpias[5]–, la amenaza de una caída económica por la potencial violación de la cláusula antimonopólica del T-MEC –omitiendo que el 70% de la generación de energía eléctrica para uso particular en México era controlada por tres empresas españolas[6]– y la defensa al estado de derecho de las trasnacionales –excusa predilecta del PAN para proteger intereses económicos privados, así estos sean contrarios al bienestar–.
Hay otra diferencia de fondo que la senadora del PAN y la exjefa de gobierno tienen en esta misma materia: quién puede ser incluido en el debate de la soberanía energética. Por un lado, Claudia Sheinbaum hizo de este debate legislativo en 2022 un debate colectivo en el que el pueblo de México era partícipe: “Estoy segura que el pueblo de México los recordará y pondrá en el lugar de la historia que les corresponde en estos tiempos de transformación que mira a las presentes y a las futuras generaciones con una enorme esperanza en el porvenir.”[7] En sentido opuesto, Gálvez considera que “esta reforma [eléctrica] no la deberían estar discutiendo en primera instancia los políticos. Esta reforma la debería estar discutiendo gente técnica”[8]. Pareciera que es una diferencia de forma, pero en realidad es profunda, pues bajo este argumento de que la gente no sabe lo suficiente de un tema para poder debatirlo, históricamente se ha excluido al pueblo de debates y decisiones que tienen implicaciones directas en su bienestar y este es un ejemplo más. Nunca más el país donde sólo una élite pueda discutir la vida pública.
En este largo proceso de sucesión, habrá muchísimos otros pilares ideológicos y programáticos que se deberán contrastar para así seguir mostrando que en México vivimos momentos estelares donde, contrario a la postura de la senadora panista, todos y todas podemos debatir a profundidad temas de interés nacional.
[1] Segundo foro de la ciudad y la transformación sobre soberanía energética https://www.youtube.com/watch?v=KlDNq68bS7U&t=1147s
[2] Sí por México. Implicaciones de la Reforma Eléctrica con Xóchitl Gálvez: https://www.facebook.com/SiPorMx/videos/638244447457977
[3] https://www.jornada.com.mx/notas/2021/10/08/economia/se-dispara-500-el-precio-de-la-luz-en-espana-en-tres-anos/
[4] https://elpais.com/internacional/2021-02-18/millones-de-hogares-en-texas-cumplen-tres-dias-sin-electricidad-por-el-temporal-invernal-en-ee-uu.html
[5] Irvin Rojas, Víctor Aramburu y Federico Taboada: https://sentidocomunmx.com/revista/la-forma-de-la-luz/
[6] ídem
[7] Claudia Sheinbaum: https://sentidocomunmx.com/revista/ordenar-el-futuro/
[8] Sí por México. Implicaciones de la Reforma Eléctrica con Xóchitl Gálvez: https://www.facebook.com/SiPorMx/videos/638244447457977