La ciudad en disputa

Columnas Plebeyas

La Ciudad de México encara en este proceso electoral dos proyectos totalmente antagónicos. Por una parte, Clara Brugada y la apuesta por poner en marcha el derecho a la ciudad como una realidad latente, y por otra Santiago Taboada y la corrupción del cártel inmobiliario.

En palabras de Lefebvre, el derecho a la ciudad “no puede concebirse como un simple derecho de visita o retorno hacia las ciudades tradicionales. Sólo puede formularse como derecho a la vida urbana, transformada y renovada. Ello supone una teoría integral de la ciudad y la sociedad urbana que utilice los recursos de la ciencia y del arte.”

Esto lo ha entendido perfecto Brugada, formada abajo y a la izquierda en la organización popular y el feminismo, desde espacios como la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo, luchando por el derecho a la vivienda en las periferias de la ciudad para más tarde sumarse al Movimiento Urbano Popular y la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata. Como alcaldesa de Iztapalapa puso estas experiencias y conocimientos en práctica, impulsando unos de los proyectos más ambiciosos en busca de la transformación radical de nuestras formas de habitar: las Utopías, unidades de transformación y organización para la inclusión y la armonía social.

Por si esto fuera poco, Brugada construyó la línea dos del cablebús y el trolebús elevado, además de que logró disminuir 67 por ciento la incidencia delictiva. Por su parte, Santiago Taboada, candidato de la derecha, promueve la mercantilización de la ciudad y la vivienda, un modelo desigual, injusto e inaccesible para la mayoría de las personas que habitan en ella. Creó una red de corrupción y un modelo de negocio a través de construcciones irregulares a cambio de sobornos millonarios en la alcaldía Benito Juárez: el cártel inmobiliario.

Esta alcaldía ha sido gobernada por panistas de forma ininterrumpida desde el 2000 y tiene a 16 personas, entre empresarios y funcionarios públicos, acusadas de extorsiones y de uso ilegal de sus atribuciones; ocho detenidos, entre ellos el exalcalde Christian von Roehrich y su hermana Sofia, junto a otras prófugas de la justicia.

En diez años este cártel construyó 264 pisos ilegales, 66 durante la administración de Taboada.

El 2 de junio hay dos opciones: caminar hacia una ciudad más justa, incluyente, sostenible, saludable, educadora, habitable, que sea segura ante la violencia y los riesgos naturales, en la que podamos convivir reconociendo la diversidad de quienes la habitamos. Que contemple y respete los derechos de las minorías. Una ciudad democrática que promueva la participación efectiva de la población en la toma de decisiones, que luche contra las desigualdades y donde, más allá de espacios públicos, construyamos bienes comunes. O la reconquista del poder político por parte de grupos abiertamente neoliberales que ven la ciudad como una mercancía y que no dudarán en aplastar y echar abajo todos los derechos por los que generaciones han luchado.

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