Más de 30 millones de plantas y árboles sembrados para mejorar la calidad del aire y reverdecer los espacios públicos de la ciudad, al mismo tiempo que se protege el suelo de conservación; más de 40 mil sistemas de cosecha de agua de lluvia instalados en los hogares con mayor precariedad hídrica del Valle de México; 16 nuevos parques que juntos agregan más de 200 hectáreas de áreas verdes a la ciudad; más de 600 jardines para especies polinizadoras construidos en cuatro años; incremento en la biodiversidad de la ciudad —uno de los principales indicadores de salud en los ecosistemas—, que se refleja en aumento de aves registradas, avistamiento de dos especies nuevas de colibríes, lince americano y aumento de la población del zorro gris. Recientemente, y gracias al programa Altépelt Bienestar, se alcanzó la cifra histórica de producción de cinco millones de macetas de cempasúchil para las celebraciones que se llevaron a cabo por motivo de Día de Muertos.
Mientras que en 2017 la Ciudad de México contaba con 14.5 metros cuadrados (m2) de área verde urbana por habitante (AVU/hab), para 2020 ya se habían alcanzado 19.4 m2; lo más importante es que se redujo la desigualdad territorial, pues había zonas de la metrópoli con menos de cinco m2 de área verde por habitante.
Entre 2019 y 2022 se ha evitado la emisión de 1 millón 810 mil 488 toneladas de dióxido de carbono equivalente, lo cual representa 82 por ciento de la meta del sexenio del gobierno de Claudia Sheinbaum y una contribución concreta para mitigar los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
Cada una de las cifras mencionadas anteriormente podrían ser, individualmente, los logros de distintos gobiernos estatales. Sin embargo, son sólo una parte de las metas cumplidas en materia ambiental por el gobierno de la Ciudad de México y su Secretaría del Medio Ambiente. A estas cifras falta agregar lo que se hace en materia de restauración ecológica, recuperación de ríos y cuerpos de agua, los múltiples premios internacionales recibidos y los resultados del programa basura cero para avanzar hacia una economía circular.
En 2018, Claudia Sheinbaum se presentó como una candidata que conocía y priorizaba los temas ambientales como parte fundamental para su gestión en el gobierno de la Ciudad. Hoy, a cuatro años, podemos asegurar que la capital de México tiene el programa ambiental más ambicioso del mundo en una ciudad, no por sus promesas, sino por sus resultados. En este sentido, sería valioso para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) retomar los éxitos en materia ambiental de la Ciudad de México y plasmarlos en documentos útiles para los demás gobiernos emanados del partido.
En próximos días, la secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles, estará compareciendo, como parte de sus obligaciones de rendición de cuentas, ante el Congreso local, es importante estar pendientes de los logros que presente.
