Olga Sánchez Cordero llamó a acabar con el estigma que pesa sobre las mujeres desde niñas, que “no tienen una mente analítica inclinada a las ciencias” y a trabajar por su inclusión en todas las áreas
Fuente: Diálogos por la Transformación
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común). – El Club de Mujeres Líderes Globales Gl00 convocó a distintas ponentes para aportar sus perspectivas sobre la inclusión de las mujeres en la vida pública, educativa y empresarial.
Durante el evento “Hacia el empoderamiento de la mujer con responsabilidad social”, se reconoció que no sólo las mujeres empresarias, presidentas, primeras damas, llevan un papel importante en los destinos del mundo, sino nuestras hermanas, hijas y madres, que tengan el lugar que merecen de empoderamiento y fuerza.
La coordinadora del eje ‘Mujeres’, en Diálogos por la Transformación, Olga Sánchez Cordero, participó con la ponencia “Evolución de la Mujer en México”, donde enumeró las principales violencias que enfrentan las mujeres en el país: el feminicidio, expresiones de violencia que se están presentando en el México como los ataques con ácido que se daban mucho en la India, la violencia familiar, de pareja, digital.
“Hay una estructura patriarcal muy arraigada en la cual muchas mujeres no tienen prácticamente oportunidades de desarrollo personal sino además en el mercado laboral y en acceso a la educación”.
Asimismo denunció la segregación de las mujeres en el ámbito político y empresarial, así como las diferencias sistémicas que impiden condiciones de igualdad en la formación de mujeres profesionistas y la resistencia a acabar con el mandato patriarcal.
Celebró que la Academia haya un porcentaje de ingreso de mujeres de 52 a 53 %, pero cuestionó: “¿En qué áreas están? ¿En el área científica, en Matemáticas, en Biológicas o en Humanidades? Esa es una distinción que hay que hacer.
“Desde Diálogos con la Transformación me he estado reuniendo con diversos grupos de mujeres (…) y me han platicado que desde que es pequeña la niña y empieza los estudios, a los cinco a diez años en ese momento ya tienen el rol y la estigmatización de que no tiene una mente analítica ni está inclinada a la ciencia. Desde entonces está el estigma de que no podemos estudiar ciencias, sino que también desde el principio la determinación de nuestra sociedad nos establece esa barrera.
