Considerar a las infancias en las consultas ciudadanas

Columnas Plebeyas

El 8 de agosto comenzaron formalmente la consulta ciudadana y la consulta indígena que tienen como fin poner a disposición de la ciudadanía dos instrumentos de planeación: el Programa General de Desarrollo (PGD) y el Plan General de Ordenamiento Territorial (PGOT) que desarrolla el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva de la Ciudad de México (IPDPCDMX). Estos instrumentos definirán las acciones y metas que se pretenden alcanzar en los próximos 15 y 20 años, respectivamente, en la Ciudad de México.

A partir de las actividades realizadas con el inicio de la consulta, el IPDP definió algunas colaboraciones, destacando la estrategia Pilares de la capital del país.

La colaboración consistió en hacer partícipes a las niñas y niños mediante un taller en dos distintos Pilares de la Ciudad durante el pasado curso de verano. Los espacios son el Pilares San Jerónimo Miacatlán, ubicado en Milpa Alta, alcaldía que pertenece al territorio rural de la periferia sur de la Ciudad de México, y el de Lomas de la Estancia, en Iztapalapa, alcaldía del oriente urbano de la capital. El objetivo era destacar el por qué es importante integrar a las niñas y niños en las actividades de la consulta ciudadana.

Los resultados de la actividad, mediante las interrogantes: ¿qué te gusta de la ciudad?, ¿qué no te gusta de la ciudad? y ¿qué cambiarias de la ciudad?, arrojaron dos perspectivas diferentes, condicionadas por el territorio que habitan las niñas y niños. Mientras que en Milpa Alta las demandas tendían a solicitar espacios culturales, deportivos y de recreación, en Iztapalapa los temas principales fueron el consumo de sustancias toxicas nocivas y la escasez de agua (un problema fundamental en esta demarcación).

Son las niñas y los niños actores indispensables en la construcción de la planeación y en el entendimiento de que cuando una ciudad pone en el centro a la población más vulnerable, es capaz de  reducir las desigualdades para todas las otras personas que habitan la ciudad.

Integrar a las niñas y niños en estas actividades de planeación tiene muchos beneficios; así, es importante que se fomenten las estrategias de consulta, con hincapié en que la participación ciudadana sea impulsada desde la niñez para que se convierta en un ejercicio que, con el paso del tiempo, pueda dar resultados en la construcción de ciudadanía.

Este tipo de ejercicios que se hace con niñas y niños debe mantenerse como un eje fundamental en las actividades de las consultas ciudadana e indígena. Apostar por las actividades que integren a las niñas y a los niños hará que la ciudad con derechos que estamos planeando sea una realidad.

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