Me reuní con Eugenia Allier Montaño para conversar acerca del trabajo que se realizó en el marco del Mecanismo para el Esclarecimiento Histórico de la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Impulso a la Justicia.
Como yo también formé parte del equipo de investigación de Eugenia, me gustaría comenzar aclarando desde qué lugar hablo y pregunto. Además, quiero agradecer a la revista Sentido Común, que siempre me permite trabajar con libertad en las columnas plebeyas y que aceptó mi propuesta de que esta vez pueda utilizar el espacio para difundir un poco el trabajo que realizamos en el Mecanismo.
Para comenzar, cabe recordar que el 10 de julio de este 2024 presentamos ante la Secretaría de Gobernación el informe titulado “Verdades Innegables. Por un México sin impunidad”, que contiene los resultados de la investigación que realizamos desde el equipo coordinado por la comisionada Allier Montaño.
Soledad Lastra: Eugenia, quería pedirte si pudieras contarle a la gente cuáles son las características del informe que coordinaste y en qué se diferencia de otras experiencias de verdad en México, como la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) o la Comisión de la Verdad del Estado de Guerrero (Comverdad).
Eugenia Allier: Yo creo que la Comverdad y la FEMOSPP hicieron trabajos muy importantes, la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) también. Justamente porque sabíamos que estas comisiones habían hecho cosas muy relevantes fue que analizamos bien desde dónde partir en esta investigación. Tratamos de saber qué era lo que habían hecho antes para entender por dónde insistir. Además, hablamos mucho con colectivos, hablamos mucho con sobrevivientes, con familiares, para saber por dónde teníamos que continuar el trabajo.
Desde la FEMOSPP, por ejemplo, nos dijeron que había que insistir en los casos de desaparición forzada, que era algo que también estaba en el marco del decreto presidencial que creó a esta comisión en 2021. La FEMOSPP había trabajado mucho sobre las violencias de 1968 y 1971; entonces, sabíamos que había que investigar más sobre las desapariciones. Creo que entre las cosas que tratamos de abonar, digamos, los aportes que este Informe ofrece tienen que ver en primer lugar con refrendar que en México hubo un régimen autoritario entre 1965 y 1990. Por supuesto que este régimen pudo haber violentado a una gran cantidad de la población, a grandes sectores de la población, pero sostenemos que, sobre todo, iba en contra de lo que consideraba el enemigo político, porque de esa manera evitaba que hubiese cambios en el sistema político, porque lo que quería era mantener ese régimen autoritario en las condiciones en las que funcionaba. Entonces, este Informe refrenda esa característica de la violencia de Estado: que iba en contra de las disidencias, de las distintas disidencias políticas, que por lo mismo podían ser estudiantes, guerrilleros, podían ser sindicalistas, podían ser miembros de comunidades cercanas a las guerrillas, así como los partidos y las disidencias políticas en general.
Para tratar de ver esto, y ese es uno de los grandes aportes también, tratamos de ver cómo funcionó el sistema represivo. Por ello, en este informe nos ocupamos de mostrar cómo fue la coordinación represiva, porque justamente una de las cosas que hubo en contra de este enemigo político fueron planes, operativos y organizaciones contrainsurgentes. Se conocían ya muchos planes, el Plan Telaraña, el Operativo Galeana del 2 de octubre de 1968; en fin, había muchos planes conocidos, pero en esta investigación encontramos algunos más y tratamos de ver cómo esto generaba una coordinación represiva que involucraba a distintas instancias gubernamentales que colaboraban entre sí: la Secretaría de Defensa Nacional, la Secretaría de Gobernación, el poder ejecutivo, los jueces. Incluía también, por ejemplo, a elementos paramilitares, como los Halcones, el Batallón Olimpia, incluía también a la policía, incluía a los agentes de la Dirección Federal de Seguridad, a la Brigada Blanca, etcétera. En fin, una serie de instituciones muy amplias que justamente buscaban contener y eliminar a esa disidencia política.
Lastra: Ese tema es central en la investigación, porque demuestra que existió una planificación sistemática en contra del enemigo político y que esa planificación indica también que se trató de crímenes de lesa humanidad y que, esperamos, puedan ser judicializados en el futuro. ¿Qué lugar tuvieron los vuelos de la muerte en esa planificación y cómo se trabajó al interior del equipo? ¿Cómo describirías ese trabajo que se hizo en torno a vuelos?
Allier: Como saben los lectores, las lectoras, se dio a conocer ya un documento que consideramos fundamental también en el trabajo que estuvimos haciendo. Respecto a los vuelos, está la lista con 183 nombres de personas vinculadas a posibles vuelos. Sobre esa lista estuvimos trabajando durante mucho tiempo. Estuvimos cotejando los nombres, estuvimos verificando si efectivamente los lugares de detención mencionados o las fechas en las que habían sido detenidos podían coincidir con los datos que ya existían sobre todas estas personas. Sin embargo, es importante señalar que se trata de un documento utilizado en un trabajo mucho más amplio, mucho más metódico. Este trabajo que hicimos nos permite saber que en México hubo distintos periodos respecto a los vuelos. No hubo una sola forma de hacer esos vuelos, ni un solo momento. Por ejemplo, en la investigación reconocimos que muy posiblemente se utilizaron helicópteros y que los vuelos también se realizaron en otros lugares: no sólo en Guerrero, sino también en Jalisco.
Entonces, se trató de un trabajo realmente muy sistemático, muy amplio, que nos permite saber qué se conoce sobre los vuelos y qué más se pudo avanzar, y por dónde hay que ir, no solamente en relación con el esclarecimiento histórico. Por ejemplo, es importante ampliar la información sobre los vuelos, pedirles a los militares, así sea de manera anónima, que si saben dónde puede estar este documento que se conoce como de las “pastas negras”, nos lo puedan decir, porque ahí podría haber elementos que nos dijera dónde están otras personas, otras listas de personas que pudieron haber sido arrojadas al mar. Por otro lado, efectivamente, la judicialización es fundamental, y por eso el informe que hemos redactado se llama “por un México sin impunidad”, porque creemos que el esclarecimiento sin la justicia no tiene sentido.
Lastra: En estas últimas semanas se dio a conocer el informe de los comisionados, que se titula “Fue el Estado”, y es un informe que ya se puede consultar; pero el que vos coordinaste todavía no se encuentra en línea, no hay un acceso abierto a esta investigación. Me gustaría pedirte si podés contarles un poco a los lectores cuál es la situación del informe “Verdades Innegables”, cuándo se va a dar a conocer y qué es lo que se está esperando con respecto a su discusión.
Allier: Sí, te agradezco mucho la pregunta porque creo que es súper importante. Yo creo que lo primero que hay que decir, e insistir en ello, es que este informe, estos escritos no pertenecen a Carlos, a David, a Abel o a Eugenia. Estos escritos fueron financiados con dinero del Estado y además fueron escritos por funcionarios públicos, hubo cerca de 50 funcionarios públicos que estuvieron trabajando para el Mecanismo de Esclarecimiento Histórico, y estos escritos, ambos escritos, pertenecen antes que nada a la sociedad. También de manera muy importante pertenecen a los sobrevivientes, a los familiares, a los colectivos de la “guerra sucia”, pertenecen a los medios de comunicación, y por supuesto pertenecen al Estado. Por ello, para nosotros y nosotras lo fundamental es que el Estado se haga cargo de esto que escribimos y que haya un reconocimiento público. A mí me gustaría insistir a la Secretaría de Gobernación para que este trabajo que estuvimos haciendo durante cerca de tres años sea reconocido de manera pública, porque es lo único que realmente va a marcar la diferencia con otros informes que existieron en el pasado: que haya un reconocimiento público y que después pueda ser tomado por la justicia.
Por eso, justamente, es que no hemos hecho público el informe, porque no nos pertenece a nosotros; porque creemos que el informe debe ser presentado por la Secretaría de Gobernación, por la Presidencia de la República, ante la sociedad, como parte de todos los mecanismos que existen dentro de la Comisión, que son el Mecanismo de Memorias, el de Esclarecimiento Histórico, el de Justicia, Reparación y Búsqueda. Porque no tiene sentido sacar un informe que no sea reconocido. Entonces estamos esperando a saber qué va a pasar y cuándo nos dice Gobernación que se va a realizar esa presentación. Ahí sí que, antes que nadie, se entregará a los colectivos, porque esta información antes que nadie debe llegar a ellos.
Lastra: Ya para cerrar te quería pedir, no sé si es muy pronto, si pudieras hacer un brevísimo balance de cómo fue para vos la investigación, qué cosas rescatas de este trayecto y qué expectativas tenés también con respecto al trabajo de investigación que se hizo en este equipo.
Allier: Algo que me ha parecido fantástico es la posibilidad de coordinar un trabajo con tantas personas profesionales entregadas, altamente creativas y conocedoras del periodo, de lo que existía, y que además hemos logrado una buena colaboración colectiva. Eso me parece fundamental.
Pero además, y creo que por lo mismo, sabemos que este trabajo no va a quedar aquí. Lo vamos a continuar porque somos historiadoras, somos historiadores, somos sociólogos que seguiremos trabajando sobre estas temáticas porque hay mucho todavía que conocer de aquí.
Lastra: Gracias por tu tiempo, Eugenia. No sé si querés agregar algo más antes de cerrar.
Allier: Solamente agradecer, agradecer este gran equipo que hicimos, insistir en que esto necesita de grandes equipos para sacar adelante la información. Es tanta la información que existe que una persona no lo puede hacer. Llamar a la Secretaría de Gobernación y a la Presidencia a que asuman que este informe es de la sociedad y de los colectivos. Y a los colectivos simplemente que nos tengan un poco de paciencia para que podamos saber cuándo se los vamos a entregar, que ellos serán los primeros en recibirlo.