En nuestra segunda entrega para Sentido Común, recordamos que el periódico Regeneración, al comenzar el año 1901, cambió de giro: de concentrarse exclusivamente en denunciar la corrupción del poder judicial, su crítica se amplió a toda la administración porfirista. Sus palabras textuales en la edición del 31 de diciembre de 1900 fueron:
Nuestra lucha por la Justicia, no era más que un reflejo de nuestros principios; pero se veía circunscrita esa lucha a un mezquino radio de acción: no podíamos tratar más que de asuntos judiciales. […] Pero nuestros principios han vencido, han sobrepujado al campo netamente jurídico, y han entrado de lleno al de la administración general.
Este cambio en el objetivo de Regeneración (que pasó a llamarse “Periódico Independiente de combate”) ha propiciado una serie de interpretaciones de parte de estudiosos y especialistas. Sin embargo, proponemos que el contexto actual en México, con una reforma en ciernes al poder judicial, nos anima a abrir un nuevo horizonte de significados sobre el primer tramo de vida de Regeneración.
En general, los estudiosos ven la primera etapa de esa publicación como un momento de poca importancia en su trayectoria. Esto a partir de la concepción que se tiene de él: como “estructurador ideológico, político y orgánico de una corriente revolucionaria de masas”, o sea, del magonismo. Por ejemplo, el historiador Alejandro de la Torre Hernández se refiere a los pininos del periódico en estos términos: “los primeros números de esta etapa inicial pueden parecer faltos de brillo y, por momentos, hasta un poco timoratos. Incluso, bien pudieran formar parte de una suerte de ‘Sensacional de tinterillos?’”. Es casi la misma tónica del especialista César Paz Rincón: en sus primeros meses Regeneración se mantenía “moderando su juicio […] a funcionarios menores” y “con mesura contra funcionarios de cargos importantes en el gobierno”.
Armando Bartra sugiere que la primera etapa de Regeneración estuvo influida por la visión más liberal del hermano mayor, Jesús Flores Magón. Sin embargo, basado en una entrevista a Enrique Flores Magón, Bartra explica que el enfoque “puramente jurista” del periódico era resultado de una estrategia de sobrevivencia: a finales de 1900 el control de la prensa por parte del régimen de Porfirio Díaz era absoluto. El ataque al poder judicial era una manera indirecta de criticar la administración del general, evitando con ello problemas de censura. El hermano Enrique comentaba:
Durante los primeros cuatro meses estuvimos silenciosos como tumba respecto de Díaz y sus crímenes. Todo este tiempo confiamos nuestros ataques a lo judicial. Para diciembre del mismo año habíamos ganado la atención del país. Fue entonces cuando comenzamos a considerar nuestro objetivo final: la idea de volver nuestras armas sobre el dictador.
Podemos señalar que hay un consenso entre los especialistas para comprender las razones de elegir al poder judicial como blanco de ataque por parte de los redactores de Regeneración: era una estrategia previa a un ataque frontal contra la administración del presidente Díaz. Sin embargo, la coyuntura actual en México nos anima a ver más de cerca y valorar en otros términos esa primera etapa del legendario periódico. Por un lado, es visible que la vocación critica al poder judicial se mantuvo, aun después de su cambio de nombre. Regeneración siguió denunciando por años sus abusos, por ejemplo, en su contubernio en la detención flagrante de periodistas opositores, aunque fueran católicos. Eso es importante enfatizar: la embestida no cambió, sin embargo, se extravió entre la marea de textos producidos contra otros objetivos.
Por otro lado, desde el punto de vista de nuestro apasionado presente, la decisión de Regeneración para circunscribirse en sus primeros meses a temas jurídicos nos parece formidable, es decir, muy atinada. Que una publicación se dedicara a este único objetivo no nos parece hoy en día ni “aséptico”, ni “moderado”, ni “timorato”. La corrupción del aparato de justicia era consustancial a un régimen autoritario como el de Porfirio Díaz. Sin embargo, desde la aparición de Regeneración en el año 1900, hasta el avance de la Revolución armada iniciada en 1910, el poder judicial desapareció del horizonte de enemigos de los revolucionarios. ¿Qué había pasado en ese periodo? Lo contestamos en nuestra cuarta y última entrega para Sentido Común.
Fuentes consultadas
Adrián Gerardo Rodríguez Sánchez, Una revolución llamada Zeferino Mares. Periodismo y política en México. 1879-1970, México, Editorial Libertad Bajo Palabra, 2022.
Alejandro de la Torre Hernández, “La vida nómada de Regeneración”, en Miguel Á. Ramírez Jahuey (coord.), Regeneración: influencia y trascendencia de un periódico de combate en la revolución mexicana, México, INHERM, 2022, pp. 19-46.
César Paz Rincón, “La vigencia del pensamiento de Ricardo Flores Magón en la realidad mexicana”, Tesis para obtener el título de Licenciado en Sociología, México, UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 2014.
Claudio Lomnitz, El regreso del camarada Ricardo Flores Magón, México, Era, 2016.
Ricardo Flores Magón, et. al., Regeneración. 1900-1918, prólogo, selección y notas de Armando Bartra, México, Era/SEP, 1987.