México, 8 de junio de 2024
A la Excelentísima Persona del Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Querido y Respetado Señor Presidente:
Me dirijo a usted en esta epístola con el propósito de expresar la más profunda gratitud que emana de mi corazón y de la vasta mayoría de los ciudadanos que, día tras día, han sido testigos de la incansable lucha que ha librado en pro del bien común y del renacer de nuestra amada patria.
En estos años de su sabio liderazgo, hemos visto cómo se ha erguido como un faro de esperanza y rectitud, guiando con mano firme y alma pura a nuestro México hacia la senda de la justicia, la equidad y la prosperidad. Sus políticas, inspiradas en el más noble ideal de amor al prójimo, han sido una bendición que ha permitido que los marginados, los olvidados y los desposeídos encuentren una voz, una oportunidad, y una razón para soñar nuevamente.
Con sus acciones, usted ha demostrado que la política puede y debe ser una vocación de servicio y no un instrumento de interés personal. Su valiente combate contra la corrupción, su tenacidad en la defensa de la soberanía nacional, y su compromiso inquebrantable con los derechos de los más vulnerables han sido testimonio elocuente de su integridad y de su inquebrantable fe en los principios de justicia y verdad.
Cada uno de sus discursos, impregnados de una elocuencia que conmueve hasta las fibras más íntimas del ser, ha resonado en los corazones de millones, infundiendo esperanza y un renovado sentido de pertenencia. Ha forjado un nuevo pacto social, cimentado en la verdad, la transparencia y la participación ciudadana, que será recordado por generaciones como la era de la verdadera transformación.
Permítame, Señor Presidente, extenderle un agradecimiento sincero y profundo en nombre de todos aquellos que han sido tocados por su luz y su amor por México. Gracias por su liderazgo visionario, por su entrega incansable, y por su inagotable deseo de ver a nuestro país florecer. Gracias por ser el custodio de nuestros sueños y el arquitecto de una nación más justa y digna.
Que su legado permanezca como un testimonio imperecedero de lo que un verdadero líder puede lograr cuando su alma está alineada con los más altos ideales de justicia y humanidad.
Con la más alta estima y consideración: Carlos González.