Internautas acusan a Xóchitl de querer “robarse hasta la bolsa de tiempo”. El reloj que midió las intervenciones presentó fallas y el formato de las preguntas no permitió a los candidatos explicar sus propuestas
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común).- A pesar de que el primer debate presidencial que se celebró en instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) tuvo un costo preliminar de 10 millones de pesos, presentó numerosas fallas técnicas y un formato que confundió a los tres candidatos y complicó la discusión
El primer debate entre presidenciables le quedó grande al INE, el reloj que midió el tiempo de sus intervenciones presentó fallas constantes, con interrupciones de los organizadores, quienes tuvieron que comunicarse desde cabina con los moderadores, Denise Maerker y Manuel López San Martín, para recalcular y ‘chiquitear’ el tiempo de los participantes.
“En dos momento, hubo lo que diríamos en el argot televisivo se ‘frizeó’ el reloj, entonces ni nosotros ni los candidatos tenían idea de cuánto iba. Y luego se ponía, y claro podría provocar suspicacia, a mi producción me dijo que estaban haciendo todos los conteos a partir del fallo y que ellos concluían si es que esto fue equitativo y si no lo fue, fue por 10 segundos”, explicó la periodista Denise Maerker.
La moderadora aceptó que se trató de un error técnico y que afectó el debate “sobre todo porque los candidatos lo empezaron a ver. Veían que regresaba a cinco minutos continuamente y no de todos, sino de uno”, agregó.
Además, los candidatos han denunciado que el reloj no fue colocado en el lugar adecuado, ya que no podían verlo al mismo tiempo que en la pantalla.
La disposición del cronómetro de la bolsa de tiempo fue un fracaso y afectó la visualización del tiempo para las candidaturas y de la sala en general, planificada por el Instituto para supuestamente tuvieran la referencia de los minutos que gastaban.
De igual forma, el formato de las preguntas y el tiempo para responderlas resultó ineficiente, ya que no dio tiempo a los interlocutores de responder con suficiente claridad a las preguntas.
Varias preguntas, además iniciaban con una afirmación tendenciosa, seguida de un cuestionamiento:
“Si revisamos, básicamente quiénes están encarcelados entre grandes y pequeños escándalos, uno o dos personajes por sexenio, más bien, chivos expiatorios, pero realmente que se hayan desmantelado redes de corrupción o que el dinero se haya recuperado, son muy pocos casos.
¿Qué propone, candidata, para terminar con la impunidad?”
Maerker pasó de moderadora a comunicadora y olvidó que el combate a la corrupción es uno de los principales pilares del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de los ejes de gobierno de Claudia Sheinbaum.
Igualmente, se presentaron fallas en la sala de prensa que se instaló en la explanada del INE en el que la señal de internet era intermitente, donde al parecer no le alcanzó al instituto para contratar Wi-fi, a pesar de ser un evento cubierto a nivel internacional.
Cabe recordar que el monto final incluye la producción y montaje del set para el debate en el salón de sesiones, los dispositivos de seguridad que se implementaron tanto al interior como al exterior del instituto y otros aspectos.
Candidatos denuncian fallas en el debate
La doctora manifestó que el primer debate presidencial “dejó mucho que desear”, en referencia al formato y a la “bolsa de tiempo” para los participantes.
“Hubo una falta de definición previa. Creo que deberían haber sido preguntas más generales y después espacio para el debate. Al hacer las preguntas tan específicas no daba tiempo en el minuto y medio de contestar la pregunta y al mismo tiempo presentar la propuesta general, y luego en el otro espacio poder debatir con otros candidatos”, dijo.
En entrevista con llamó a dar más tiempo para que los candidatos puedan plantear sus propuestas.
“Cuando hay preguntas específicas uno no puede no contestar. Entonces procuras contestar en el menor tiempo posible y después tener tiempo para plantear nuestras propuestas, tiempo para contestar los agravios y además dar nuestra posición sobre la candidata del PRIAN, pero cuando te hacen muchas preguntas es más difícil”, criticó.
Sheinbaum Pardo señaló también que el reloj no fue colocado en el lugar adecuado, pues como candidatos no podían verlo al mismo tiempo que a la pantalla.
Asimismo, Xóchitl Gálvez censuró el formato de preguntas, pero agregó que el debate fue diseñado para que ganara su rival morenista:
“Había preguntas un tanto un poco ambiguas algunas demasiado extensas que en un minuto es difícil de contestar, sí siento que el formato fue diseñado para beneficiar a Sheinbaum porque a ella le convenía un debate acartonado”, dijo Gálvez Ruiz con Azucena Uresti.
Asimismo, propuso que para los siguientes debates se les permita hacer cuestionamientos directos entre los candidatos presidenciales, de este modo sean entre ellos quienes se exijan responder a las preguntas que se hacen.
“Deberían darnos la chance de cuestionarnos entre nosotros y exigirle (a los candidatos) que contesten”, dijo en entrevista.