Normalmente se trata de hablar, habla quien está promoviendo una idea, un proyecto, habla quien impulsa una propuesta, se habla de ideales, de principios, se habla en plazas públicas, en foros, en la calle, en videos y en redes sociales, con micrófono en mano, se habla en desayunos y comidas, generalmente hablan los protagonistas. Sin embargo, además de hablar, en sus recorridos, Claudia Sheinbaum lleva semanas haciendo algo distinto: escuchar.
Escuchar viene del latín auscultāre, que se refiere a inclinar la oreja, combina los componentes latinos auricŭla, oreja, y el verbo inclināre. De esta manera, escuchamos algo cuando prestamos atención a cualquier tipo de sonido, es decir, un mensaje expresado con palabras o un ruido que pueda suponer un significado.
Con libreta y pluma en mano, siempre, como cuando era jefa de gobierno e iba a los gabinetes de seguridad en las mañanas, como cuando escuchaba a los habitantes de la Ciudad de México en las audiencias públicas de los martes, como cuando atiende reuniones importantes, Claudia escucha… y toma nota. Así, como lo hizo cuando estaba al frente de la capital del país, ahora toma nota de lo que los empresarios de una maquiladora de fibra óptica tienen que decirle, toma nota de las preocupaciones que tienen los agricultores de distritos de riego y ejidatarios en el Foro Nacional de Conservación de Suelo y Cuidado del Agua, toma nota y se lleva los apuntes en su libreta de la reunión con representantes del Mercado Pino Suárez, en Villahermosa, lleva su cuaderno, escucha y toma nota en el mercado de Ciudad del Carmen Alonso Felipe de Andrade y toma nota en Torreón, donde platicó con Alma, Mariana, Margarita, Irma y Oralia quienes expresaron que su mayor preocupación es el abastecimiento de agua y la atención de jóvenes, en su libreta que siempre lleva en los recorridos.
En ese sentido, con la designación de quien encabezará los comités de defensa de la cuarta transformación estamos viviendo un momento de especial apertura, una oportunidad única para profundizar en la apertura al diálogo, a la escucha.
Y en ese sentido la iniciativa de escuchemos.mx me parece de trascendencia, ya que se consolida como un espacio articulado, organizado y focalizado para escuchar a un sector en particular, que además por su trayectoria tiene especial cercanía con la puntera en las encuestas y la muy probablemente próxima presidenta de México.
Creo que es muy positiva la disposición de Claudia, incluso antes de dialogar, de escuchar a los académicos, universitarios, defensores de derechos humanos, activistas de distintas causas, profesores, artistas y gestores culturales. El único requisito para participar de este espacio llamado ahora escuchemos.mx no pasa por tener pensamiento único, ni mucho menos, sino tener el común interés y los principios bien forjados para construir una patria grande, donde quepamos todos, poniendo al centro a los excluidos, con el foco en el interés público en las causas justas.
Si el camino es por ahí, por la construcción en positivo, bienvenida la escucha y el diálogo activo, que son el inicio y el fin de una democracia.
