En el marco de la 4T ha surgido el grupo de quienes aparentan concordar con los ideales de la 4T por conveniencia individual para embonar en el nuevo sistema.
Desde que el hombre comenzó a reflexionar sobre sí mismo, nació y aún persiste el debate sobre la influencia en su ser de los factores atribuibles a la constitución individual de las personas (genética, habilidades innatas, disposiciones naturales que se perciben desde el nacimiento, entre otros) y los que tienen que ver con las circunstancias o el entorno exterior (la atmósfera familiar, la sociedad, los gobiernos, las instituciones). ¿En qué consiste esa misteriosa combinación entre lo que “ya traemos” y lo adquirido a lo largo de la vida?
Desde la segunda mitad del siglo V antes de Cristo, los filósofos griegos pasaron de centrarse en el origen de la naturaleza y del mundo a ocuparse de los asuntos humanos. Desde entonces se cavila en el tema de reflexión citado y se continúa haciéndolo. Por más avances que ha habido en disciplinas como la psicología y en ramas de la ciencia médica como la neurofisiología, las preguntas iniciales de la filosofía continúan vigentes.
Esta polémica se aprecia también en el papel que representan los individuos en cambios históricos como las revoluciones o las reformas profundas en los gobiernos y las sociedades, de ahí la crítica a la historia de bronce que por mucho tiempo ha o había prevalecido, la cual tiende a explicar la dinámica de las transformaciones a partir de la actuación de personajes en lo particular, sin contextualizar su papel como entes en los que, más bien, se ha concentrado algo que los trasciende y de lo que son meros portadores: los cambios sociales necesarios y no contingentes.
La cuarta transformación ha generado reorganizaciones indudables en la política, la economía y las relaciones sociales. Ahora, a más de tres años de haber iniciado, podemos hablar ya de varias modalidades de influencia o repercusión que ha tenido en la vida concreta de las personas. Análisis más profundos nos ilustrarían para establecer hasta qué punto la 4T ha provocado modificaciones reales en la mentalidad de la gente, o bien cómo vino a exacerbar “lo que ya se traía”, lo que ya se pensaba, aquello a lo que se aspiraba.
Por lo pronto, podemos distinguir una serie de reacciones o comportamientos en las personas y adelantar una especie de tipología humana, tomando como referencia los dos principios más importantes de la cuarta transformación: primero los pobres y el combate a la corrupción, en un entorno humanista:
La cuarta transformación ha otorgado plenitud, satisfacción, agradecimiento, optimismo, deseos de lucha, alegría, esperanza y fortalecimiento moral y espiritual a quienes por mucho tiempo habíamos aspirado auténticamente a vivir un cambio en el país como el que comenzamos a experimentar el 1 de diciembre de 2018.
El contexto de la 4T arroja un segmento de nuevos convencidos de los principios de la transformación que anteriormente se manifestaban en contra de toda posición de izquierda o relacionada con ella.
La 4T ha exacerbado el odio, el clasismo, el racismo, el desprecio por los que menos tienen, el individualismo, la ambición sin límites por el dinero y el poder, en quienes abiertamente comportaron esas actitudes y percepciones durante mucho tiempo. Si anteriormente había oportunidad de simularlas, ahora se han acentuado dramáticamente.
La 4T ha logrado develar a quienes fingían comulgar con los principios del cambio: nunca fueron auténticos, sino meros fingidores acomodaticios.
En el marco de la 4T ha surgido el grupo de quienes aparentan concordar con los ideales de la 4T por conveniencia individual para embonar en el nuevo sistema y sus aparatos gubernamentales, pero en realidad no comulgan con aquellos.
En el periodo de la 4T se identifica un segmento de renegados que se decían progresistas, pero ahora miden lo que ocurre comparándolo con ideales inalcanzables y ya rebasados en este nuevo escenario histórico mexicano e internacional.
Lo anterior es, en suma, un nuevo reordenamiento de los grupos sociales en función de las actuales circunstancias. Hay, por supuesto, una mayor cantidad de conjuntos o agrupamientos de las personas que nos ilustra quién es quién. La revolución de las conciencias nos otorga la invaluable posibilidad de revelar aspectos nodales de la intimidad de las personas. El cambio macro tiene la magia de develar el microcosmos de los individuos.