El estado de Sonora cuenta con un mega yacimiento de litio, el cual contiene el mayor depósito de este mineral en el mundo, con reservas probadas y probables de 243.8 millones de toneladas, seguido por Hacker Pass, en Nevada, con reservas probadas de 179.1 millones de toneladas, según Xining Technology (2020). La explotación de este mineral representa, probablemente, una dimensión positiva para el estado en sus fases de extracción, comercialización, aplicación y transferencia de tecnología; este último proceso va acorde con la transición tecnológica y el cambio hacia el uso de nuevas energías que se presenta a nivel global. Sin embargo, es importante resaltar que la experiencia en la extracción de minerales en México, y particularmente en Sonora, no ha sido satisfactoria de parte de las grandes empresas nacionales y transnacionales, ya que los procesos de extracción estuvieron acompañados por una serie de actividades que afectaron los derechos humanos y el medio ambiente en los lugares donde se encuentran ubicados dichos centros.
El agotamiento de los combustibles fósiles obliga a la búsqueda permanente de nuevas fuentes de energía limpia. Las opciones más difundidas de energías renovables en estos tiempos, la eólica y la solar, no permiten generación continua y están sujetas a condiciones meteorológicas, por lo que se requiere su almacenamiento.
A nivel mundial se hace referencia a las diversas aplicaciones del litio en la elaboración de bienes ligados a la alta tecnología como son computadoras, celulares, autos eléctricos, entre otros, bienes que en el futuro cercano se verán incrementados en su producción. Por ello la importancia de contar con yacimientos con este mineral. Bajo este contexto, el litio adopta un valor estratégico, y su industrialización requiere de una tecnología innovadora con una gran inversión para su producción y exportación.
El proyecto iniciará operaciones en el municipio de Bacadéhuachi, y requerirá de una inversión de 420 millones de dólares para la construcción de su primera etapa. Se realizará en una extensión de cien mil hectáreas, en las que se construirá una planta que producirá 17 mil toneladas de litio al año, la cual se espera comience a operar en el segundo semestre de 2022.
La explotación de litio, al igual que la gran minería metalífera (oro, cobre, plata, plomo) demanda un sobreconsumo de agua, además de que utiliza grandes cantidades de químicos contaminantes, por lo que este tipo de proyectos implica un posible riesgo para los municipios y comunidades cercanas al yacimiento del mineral. Por ello, es importante analizar las diversas dimensiones que trae consigo el proceso extractivo del litio en Sonora.
Ese texto es un primer acercamiento al proyecto de la explotación del litio en México y en Sonora; forma parte de un estudio más amplio que abrodará el tema desde diferentes disciplinas, buscando responder las siguientes interrogantes:
¿Se conformará en la región un ecosistema tecnológico o será un simple commodity (exportador del mineral, como con el oro o el cobre)? ¿Se mantendrá el modelo extractivista clásico donde el saqueo, el despojo y la sobreexplotación de los recursos arrancados a la naturaleza se realiza sin consideración y respeto por su preservación, su cuidado y la reproducción sustentable y sostenible del medio ambiente y la vida humana, o se transitará a otro modelo extractivista menos depredador? ¿El auge en la extracción y producción de bienes con contenido de litio es una fase necesaria para impulsar el crecimiento de energía verde en un futuro cercano?
Las respuestas a estas interrogantes nos darán indicios sobre las potencialidades del proceso de explotación del litio para la economía del estado y del país, pero también sobre las posibles afectaciones al medio ambiente y la salud de la población cercana al yacimiento del litio. El interés principal es analizar, en un contexto mundial, el impacto que pueda tener la explotación de ese yacimiento en los precios internacionales, en la oferta y en la demanda mundial de litio.
Evolución de la demanda, la oferta, y reservas mundiales del litio
El país que más demanda litio es China, con un 68% en el contexto mundial, debido a los numerosos productos que produce con ese mineral, especialmente en la rama de baterías; le siguen la Unión Europea con el 13%, Estados Unidos con el 11%, y Japón con el 2%. (Ver gráfica 2). Las expectativas chinas de ventas de vehículos eléctricos hacia el año 2030 son del 60% de la totalidad en el mundo, por ello se espera que la capacidad de producción en algunas de las principales compañías asiáticas aumente de forma exponencial.
El fuerte crecimiento de la demanda en los últimos años ha provocado que la oferta se sitúe por debajo, lo que provoca que el precio del litio se incremente, como sucedió en 2018. Las estimaciones de crecimiento de ambas para los próximos años son exponenciales, sin embargo, dada la cantidad de reservas y extracción del mineral, la tendencia es que el precio comience a disminuir por el exceso de oferta. En la siguiente gráfica se presenta la evolución y expectativa de la oferta y demanda de litio a nivel mundial.
Si bien el precio se determina por la demanda y la oferta, existen otros factores que afectan la producción del litio: la disponibilidad, el cambio tecnológico, costos de mano de obra y producción. La tonelada de litio en el año 2002 cotizaba aproximadamente 1,590 dólares. Su valor superaba los 2,300 dólares por tonelada en el año 2006. A partir del año 2012 se incrementa sensiblemente la demanda del litio hasta llegar, en 2018, a 16,500-18,500 dólares la tonelada. Actualmente, en este año 2022, el precio es superior a los 10,000 dólares por tonelada, y mantiene una ligera tendencia a incrementarse.
En el período 2010- 2014 se puede apreciar una sobreoferta de litio, lo que refleja precios que oscilan entre los cuatro mil y seis mil dólares la tonelada. En el período 2015-2019 se presenta un explosivo crecimiento de la demanda, y el precio osciló entre los 16 mil y los 18 mil dólares la tonelada. En todo el período 2010-2018 la tasa de crecimiento de la oferta global del litio fue de 153%; por otra parte, la tasa de crecimiento de la demanda para el mismo período fue de 166%, y la tasa de crecimiento del precio del litio ascendió a 279%, cifra muy superior a la de la oferta y demanda.
El modelo extractivista clásico fomenta el saqueo, el despojo y la sobreexplotación
El uso creciente del litio en la industria ha originado que su valor como insumo haya incrementado su cotización, sin embargo, en el futuro esta tendencia presentará disminución de precios.
Concluimos que la dimensión de precios, demanda y oferta deben de ser acompañadas por otros elementos y circunstancias, como el medio ambiente, el desarrollo regional, la teoría extractivista para tener una mayor claridad del impacto del megaproyecto. No hay que olvidar que una de las características del modelo extractivista clásico es el saqueo, despojo y sobreexplotación de los recursos arrancados a la naturaleza. Además, no genera valor agregado en el territorio en el que se extraen los minerales, enviando éstos a los mercados internacionales.
Litio: tutela del Estado y no del mercado
México podría ser un actor principal en el sector energético en el futuro a nivel mundial, siempre y cuando el proceso de extracción del litio se dé bajo la tutela del Estado, y no del mercado. También podemos concluir que la base teórica que nos ofrece la economía para analizar un fenómeno económico-social como lo es la explotación del litio, debe enriquecerse con las teorías del extractivismo y con los hallazgos o nueva información que puedan surgir cuando inicie la ejecución del proyecto de extracción de litio en Sonora.
Referencias bibliográficas
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Calzada, J., & Signado, D. (2019, agosto 16). Los precios internacionales del litio, el recurso que quiere explotar Argentina. Bolsa de Comercio de Rosario, 1918, pp.10-15.
