revista

Entrevista con Azul Alzaga

Es muy difícil que se eche atrás la demanda de un conjunto social que ya sabe por dónde no, ya sabe quiénes representan qué cosa, todo ese proceso de la alfabetización política de la población es muy difícil echarla para atrás.

Rapé: Hola, querida Azul Alzaga. Oye, pues te queremos entrevistar, esta entrevista es para Sentido Común del mes de junio, en la que vamos a hablar sobre los medios de comunicación, los medios públicos, pero sobre todo de cómo ve la prensa extranjera a la 4T. Y bueno, pues uno de los temas que salieron, si vamos a hablar de los medios en el extranjero, pues tenemos que también hablar de nuestros propios medios. Y bueno, tú eres una experta, has estado tanto en medios privados como en medios públicos; y bastante… ingresada… no encontré la palabra, pues. Entonces básicamente lo que queremos preguntarte es eso: ¿cómo ves el papel de los medios públicos en la 4T? Para empezar.

Azul: Ay, pues… veo un papel de mucha responsabilidad, digamos, por un lado de identificar que hay una serie de transformaciones políticas, sociales, económicas en el país, que han reconfigurado un montón de cosas, entre otras la relación que tienen los medios de comunicación corporativos y los medios de comunicación públicos también con el poder político, eso por principio de cuentas. Uno de los planteamientos de la cuarta transformación es que tiene que haber una apertura y una garantía del acceso a la información, esto es porque también hay que identificar que el gobierno tiene una nueva relación con la población en el ejercicio del poder y en el entendimiento de lo que es y para lo que sirve el poder, que es fundamentalmente para servir.

Entonces, digamos que ahí la rendición de cuentas ya no es una simulación, sino es una cosa que se da de manera natural a partir de un diálogo también y que se traduce, en los medios de comunicación, en la necesidad  de establecer la prioridad del medio en su forma de servir a las audiencias en función de esto: en función de garantizar el acceso a la información, una información que no solamente tiene que ser veraz (porque de pronto pensamos que eso lo cubre todo), o tampoco puede ser desde el punto de vista de lo que tradicionalmente se ha establecido como el  gran paradigma de los medios informativos, que es que su misión es cuestionar al poder: también esta idea del poder se ha transformado, del lugar de donde veníamos a donde nos estamos situando ahora: es un poder que ya no podemos decir que se sitúa en el poder político, está perfectamente identificado que hay otros factores de poder con los que los medios de comunicación y la población se relacionan. Y creo que para los medios públicos de información tiene que quedar muy claro, a partir de todo este escenario, que también cambian las prioridades de lo que se defiende como garantía de la información y como la defensa de ciertos derechos de los medios públicos. Y creo que la principal defensa que sucede en un medio público, además de la información, es la información que pasa por el tamiz de la defensa de lo que es común, de lo que es de todos, de lo que es público. Esto por encima de los intereses particulares. Entonces, si uno entiende que hay otros factores de poder, pues también debemos entender que con una mirada crítica podemos saber y ubicar que existen riesgos para la garantía de los derechos que son comunes, entre otros el derecho a la información. Entonces, la gran responsabilidad que yo veo hoy en los medios públicos es poder entregar desde ese espacio el servicio a una población, que tiene cara de audiencia en este caso, con la idea de estar sirviendo a ese propósito, a la defensa de esos intereses, de esos intereses colectivos, y a identificar y hacer participar a la población también de una manera crítica  con base en información veraz en el debate público, en un debate público que permita que la democracia, que el ámbito social esté vivo, se encuentre en debate para que la población pueda participar también en la defensa y en la demanda permanente de esos derechos. Eso en principio.

Rapé: Órale, muy bien. Oye, y precisamente con el crecimiento de los medios públicos, acompañado de medios alternativos como YouTube y otras redes sociales que también han apoyado toda esta dinámica comunicativa, ¿tú crees qué todavía estamos en desequilibrio frente a la andanada tremenda de los medios privados, que siguen defendiendo a grupos particulares, intereses particulares, que son evidentes que hay un nado sincronizado incluso muchas veces de fake news, de mentiras? ¿Tú cómo ves esto? 

Azul: Sí, sí veo un absoluto desequilibrio, nada más en número y en cantidad de recursos invertidos para cumplir el propósito de atender intereses particulares, y que eso pasa por generar desinformación, por tergiversar la información, por manipular la interpretación de la realidad de acuerdo con estos intereses.

Y en la medida en que son más, tienen mayor penetración, porque tienen más capacidad de comprar espacios, y, bueno, porque heredamos una estructura de medios en donde las concesiones privadas  prevalecen en nuestro ecosistema de medios. Ahora sí, el surgimiento de estas otras plataformas que son más horizontales, que uno entiende por plataformas digitales (YouTube, estos canales) y el crecimiento de la cantidad de gente que se quiere involucrar en participar del debate de la información, de generar otras voces y otras perspectivas e interpretaciones de la realidad, pues hace que se vuelva más difícil para esos medios prevalecer como antes lo hacían.

Ahora, creo que en este momento hay un factor que aglutina todo esto, y es la conferencia matutina presidencial, y es el apoyo a un proyecto que genera consenso a partir de un personaje, que es el presidente, que es un presidente muy congruente, que ha hecho un montón de cosas que son reconocidas por la población y que ha ganado además la confianza absoluta a partir del hecho y el dicho y la congruencia entre ambas cosas.

El gran reto es que toda la educación social, y en este ecosistema mediático (donde también hay participación social) permanezca, y permanezca y crezca y se madure en medio de una circunstancia en donde no dependa de esa situación, porque lo que no sabemos es si en un futuro vamos a tener ese espacio de ese diálogo circular que hemos tenido a lo largo de toda esta administración, no sabemos cómo va a venir esa cuestión, no sabemos entonces cómo van a venir la nuevas reglas con la relación del poder político y otros medios de comunicación privados o con los propios medios públicos, en fin.

Yo pensaría que estamos en un punto de inflexión, sin duda alguna, que va a ser muy difícil echar para atrás ciertas cosas, y sin embargo creo que hay mucha responsabilidad por parte de la población y por parte de todos los que hemos participado en este camino y en este proceso para hacer prevalecer y seguir avanzando hacia una apertura informativa, hacia un debate crítico, hacia un escenario en donde no nos coman, no nos coman otra vez los medios privados, va a depender de muchas cosas, pero es un gran reto y creo que es un reto que vale la pena tomar en la manos.

Rapé: Si, y ya te adelantaste con una pregunta, que era el futuro de los medios públicos, que básicamente sí depende mucho de esta situación de la mañanera, que resulta un fenómeno comunicativo y que veo que es acompañado por los medios públicos, ¿no? El mejor ejemplo es precisamente la Mañanera 360, donde explican, retoman, analizan, revisan todo esto de la mañanera y lo explican muy bien, y hay otros ejemplos. Con todo esto, tú, fíjate nada más, hay una cosa que hemos visto que es: a pesar de toda esta andanada mediática, manipuladora, y las fakes y la fregada, la popularidad del presidente y de la cuarta transformación no ha caído como ellos esperan, como esperan mucho estos sectores hegemónicos oligarcas, ¿a qué crees que se deba?  Yo me quiero adelantar tantito, aparte de los resultados, los resultados de esta administración, ¿sí crees que funcione esta dinámica comunicativa de los medios públicos? 

Azul: A ver, creo que en primer lugar funciona el modelo de comunicación que ha establecido la conferencia matutina, creo que sería un gran error echar para atrás ese proceso; pero más allá del propio ejercicio de comunicación del gobierno, o de quien esté en ese lugar en un futuro, por parte de los medios de comunicación públicos tendría que haber un trabajo también de profesionalización de un ejercicio con base en ciertos valores, ciertos valores que no son propios de una persona o de un grupo de personas, nada más, que formamos parte de los medios públicos, sino de la identificación de ciertas formas que se han transformado socialmente.

Y ahí hay un montón de valores y de formas de ver la realidad que son distintas, es decir, se ha ubicado cuáles son los grandes mitos con los que se nos había engañado para hacer prevalecer una condición, una situación política que favorecía el interés de ciertas minorías; entonces, habiendo identificado todo esto, es muy difícil que se eche atrás la demanda de un conjunto social que ya sabe por dónde no, ya sabe quiénes representan qué cosa, todo ese proceso de la alfabetización política de la población es muy difícil echarla para atrás, y eso, si bien ha dependido mucho o ha descansado en el trabajo de un presidente que se ha dado a esa tarea, creo que también ya está sembrada una semilla que forma parte hoy también de la sociedad mexicana.

Entonces, creo que a eso también atiende, no nada más a la figura del presidente, sino a todo lo que ya se desveló, y que es muy difícil que ahorita, como si estuviéramos en Men in black, de repente nos  hagan olvidarnos de todo eso.

Sin embargo, eso no quiere decir que no sea una batalla continua, digamos el universo de mentiras y de estrategias que pasan por esta trinchera, que es en las grandes trincheras en la batalla de la disputa entre dos modelos de país, pues va a seguir y va a seguir durísima, y mucho va a depender de que tomemos en nuestras manos esa batalla.

Rapé: Muy bien. Y ya para ir cerrando, ¿tú qué crees que le falte todavía por trabajar a los medios públicos?. Qué mejorar, qué apretar, qué campos abarcar, por ejemplo. No nada más exactamente esta defensa, sino también ¿qué otras cosas crees que hagan falta? 

Azul: Creo que mucho de quienes hemos querido entrarle a esa batalla bajo la lógica de entender cuáles son las transformaciones que se están dando en el país y poderlas comunicar, y poderlas interpretar y poder también hacer un diálogo con las audiencias, mucho de este trabajo se ha hecho de manera intuitiva, con personajes que unos tienen más experiencia, más oficio que otros, en lo que es el trabajo, por ejemplo, periodístico.

Pienso que hoy uno de los grandes retos de los medios públicos de comunicación es la profesionalización de ese ejercicio, pero con base en los nuevos criterios, los nuevos criterios editoriales, según los cuales ya no nada más es… o sea, es lo que te decía, tenemos un ejercicio periodístico que está heredado de un escuela del periodismo que estaba en medio de un contexto, de un contexto de esas relaciones con el poder político, y con una serie de actores privados, había ciertas reglas, ciertos códigos, ciertas formas de entendimiento, incluso de lo que era “la nota”, de cuáles eran nuestras prioridades sobre lo que informar. De pronto incluso en los medios públicos podían abrazar criterios que son de medios privados, sin que se explique bien, pero bueno, venimos de esas escuelas, y esas inercias pues prevalecen en muchos espacios de los medios públicos, que poco a poco, de lo que se trata un poco el intento es de que se vayan envolviendo de flujos de trabajos, modelos operativos y modelos editoriales que lo que reflejen son estas  nuevas demandas sociales, que tienen que ser abrazadas por los propios medios públicos. 

Rapé: Fantástico. Oye, pues yo creo que con esto tenemos, yo creo que con esto me parece más que suficiente. No sé si tú quieras agregar algo para finalizar. 

Azul: Solamente me gustaría cerrar con una cosa. De pronto hay una forma de partir, justamente los criterios editoriales, entre quienes son gobiernistas y quienes son antigobierno, como si esa fuera la cosa que nos separa a unos y a otros.

Creo que lo que hay que entender es que lo que se defienden son valores, es un proyecto social que de alguna manera se refleja en las prioridades informativas que se establecen en unos y otros espacios, en medios públicos y también en medios privados. Y en ese sentido, cuando de pronto se da una coincidencia entre lo que es un proyecto político o de gobierno con esos criterios editoriales, desde mi punto de vista eso no se debe (entender) como una cosa gobiernista, se tiene que entender como una interpretación y como una coherencia con lo que uno está defendiendo como proyecto social.

Y me parece a mí que es muy chato de pronto no entender que lo que se intenta reflejar por momentos es  una serie de convicciones y una serie de entendimientos también de cuáles son las demandas sociales que están cada vez más claras. 

Rapé: Perfecto. Pues muchísimas gracias, Azul.

Compartir:
Cerrar