“Bajo el capitalismo” —escribió el antropólogo David Harvey— “la enfermedad está definida por la incapacidad para trabajar”. Por si se pudiera ser más cruel, en el neoliberalismo, se responsabilizó a cada sujeto de su propia salud. Así, muchas enfermedades fueron moralizadas como resultado de la falta de voluntad individual. La obesidad, la diabetes, la hipertensión, los virus de transmisión sexual, y hasta el cáncer fueron “culpa” del paciente. Los seguros médicos privados calcularon la longevidad de sus clientes y le dieron un precio a sus vidas. La práctica médica privada entendió sus servicios como un balance entre beneficios y administración de medicinas. Los consultorios adyacentes a las farmacias cundieron por el país como parte de las multi-tareas de los trabajadores que no tenían tiempo para cocinarse ni tampoco para revisar su estado de salud. Mientras, la salud pública se despeñaba en hospitales sin terminar, insuficiencia de especialistas, concentración de servicios en las capitales de las entidades, negocios de distribución de medicinas ligadas a políticos del PRI.
En este número hacemos una valoración de la salud restituida como una prioridad del Estado mexicano. Abrimos con un texto del subsecretario Hugo López-Gatell, figura icónica de la recuperación de lo público en materia de salud y la voz de la prudencia en el marasmo de la pandemia de COVID, sobre la pérdida de lo público en la salud y su reciente recuperación. Fernando Cano, exdirector de la Facultad de Medicina de la UNAM, nos da una perspectiva desde un ángulo continental para entender las fortalezas y debilidades de nuestro sistema sanitario. De los servicios de la Ciudad de México, nos habla en entrevista su titular, la epidemióloga Olivia López Arellano, que enfatiza la necesidad de la prevención de las enfermedades y no sólo de su tratamiento. Un tema de la salud pública mexicana es el de la obesidad con sus consecuencias en la diabetes, hipertensión, y problemas cardiovasculares. Para iluminar la trama de la alimentación, nos ayudan Ana Paula Domínguez Barreto, Mariana Arellano, y Simón Barquera, del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública. Cerramos este número con un asunto que ha tenido prioridad en las campañas oficiales: la salud mental. Para abordarla, el Comisionado Nacional contra las Adicciones, el psiquiatra Gady Zabicky Sirot, nos escribe un ensayo sobre drogas, violencia y criminalidad.
Curar la salud va desde el diagnóstico hasta el tratamiento, de recuperar lo público a entender al paciente más que como alguien que pueda seguir trabajando. La salud es un tema social, afectivo y político. Esta es su recuperación.