El presidente López Obrador cuestionó la discusión que actualmente sostiene la SCJN sobre la prohibición de la colocación de nacimientos decembrinos en espacios públicos.
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común). – Cuestionado sobre el debate en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en el que se discute la prohibición de la colocación de nacimientos decembrinos en espacios públicos, López Obrador respondió que considera el proyecto contrario a la libertad religiosa.
“Yo no estoy a favor de eso, yo creo que eso no tiene fundamento legal, ni tiene que ver con nuestras tradiciones, con nuestras costumbres. Además, creo que es contrario a la libertad religiosa”. – Dijo.
El presidente aseguró que la medida no será aprobada y aprovechó para cuestionar al ministro Juan Luis González Alcántara, quien además propuso la eliminación de la prisión preventiva oficiosa para defraudadores fiscales.
“No se va a aprobar, no creo que los ministros, no… Es una opinión que se respeta, pero pues yo le digo al ministro: ¿Por qué votó para proteger a los defraudadores fiscales? ¿Y por qué ahora quiere prohibir algo que tiene que ver con la libertad religiosa?
Al prohibir el nacimiento, la instalación, la celebración del hombre que más ha luchado por los pobres, porque Cristo fue un luchador social y si se tiene un poco de conocimiento sobre historia, sobre la vida y la obra de Jesús, se va a saber, independientemente de si es sólo un hombre o un profeta y no es Dios, que siempre estuvo en favor de la justicia, que por eso lo seguían, lo espiaban, lo llamaron alborotador del pueblo los poderosos de su época y por eso lo crucificaron.
¿Cómo prohibir eso si Jesús Cristo es como Ghandi? Como en su momento Tolstoi. (…) Mandela también era un luchador social respetuoso de las creencias y Luther King pastor. Mi opinión es que eso no se debe de prohibir, ninguna tradición o costumbre. Además, ¿en qué daña? No creo que se apruebe eso”. – Concluyó.
Sin embargo, el ministro detalló que la propuesta señala que los elementos de escenas bíblicas en la vía pública violan la libertad religiosa, los principios constitucionales del Estado laico y el principio de igualdad y no discriminación.
“A pesar de que la neutralidad del Estado mexicano dispone -entre otras cuestiones- que toda la autoridad ha de ocuparse de evitar la imposición de ciertas ideas o dogmas de unas personas sobre de otras; y, por el contrario, ha de preocuparse por garantizar el ejercicio libre de cualquier religión, o incluso, de ninguna de ellas”. – Dice el documento.