Paridad en las alcaldías de la Ciudad de México

Ensayos

En un texto anterior escribí acerca de la importante participación de candidaturas mujeres en la política electoral mexicana en diferentes niveles de gobierno, poniendo acento en las mujeres aspirantes a gobernar las alcaldías de la Ciudad de México.

A varios días de las elecciones del 2 de junio, se vislumbran algunas certezas al respecto.

México tiene en Claudia Sheinbaum a la primera mujer presidenta en toda su historia republicana; la Ciudad de México halla en Clara Brugada a la segunda mujer que llega a encabezar el gobierno capitalino por una misma organización política y de manera consecutiva.

Esto de entrada evidencia un panorama favorable para la representación femenina, no sólo en los órganos legislativos, sino también al frente del poder ejecutivo.

En las alcaldías de la Ciudad de México se presentaron más candidaturas de mujeres (58 por ciento) que de hombres (42 por ciento); en la repartición del gobierno de las alcaldías y la elección en las urnas persistió la paridad.

Esta misma paridad es una conquista que se consiguió en el periodo anterior y se mantuvo en las elecciones de 2024; sin embargo, no se da por reelección de las mujeres electas en 2021, sino que hubo un reacomodo de las electas en algunas alcaldías.

Sólo cuatro personas consiguieron reelegirse en las alcaldías capitalinas este 2024, dos son hombres y se ubican en Coyoacán y Miguel Hidalgo, ambos por la coalición de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática (PAN-PRI-PRD).

Mientras tanto, las dos mujeres reelectas operan en Tláhuac y Venustiano Carranza, la primera como abanderada individual del Movimiento de Regeneración Nacional y la segunda mediante una coalición de esa misma fuerza con los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México (PT-PVEM).

Durante los últimos tres periodos, sólo dos alcaldías han logrado persistir mujeres en sus gobiernos: Tlalpan e Iztapalapa. Un rasgo es que la primera demarcación fue recuperada por Morena en esta elección. En tanto, en Iztapalapa ha ganado Morena en sus últimos tres periodos electorales: en 2018 y 2021 con Clara Brugada y ahora con Aleida Alavez como relevo.

Aquí cabe observar un detalle: en su victoria para gobernar la Ciudad de México, Brugada obtuvo casi un 25 por ciento de su total de apoyos electorales desde Iztapalapa.

Además, hubo dos mujeres alcaldes que entregaron el poder a hombres, en los casos de Álvaro Obregón y Milpa Alta. En la primera demarcación, se trató de Lía Limón, del PAN, cediendo el mando al morenista Javier López Casarín; mientras que en el segundo caso se trató de Judith Vanegas, de Morena, entregando el cargo a José Octavio Rivero, del mismo partido.

En tanto, dos alcaldías cambiaron sus autoridades de hombres a mujeres este 2024. Raúl Quintero, de Iztacalco, entrega el gobierno a María de Lourdes Paz, mientras que José Acosta Ruiz hace lo mismo en favor de Circe Camacho. En todos estos casos el partido gobernante es Morena.

El periodo electoral de 2024 permitió cambios de partido en cuatro alcaldías, en favor de Morena: Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Magdalena Contreras y Tlalpan.

En 2021, la capital del país se dividió claramente en dos, con el oriente gobernado por Morena en siete alcaldías y el occidente por el PAN, con cinco; el PRI, con dos, y el PRD, con la misma cantidad.

En 2024, en cambio, el mapa electoral se repartió básicamente entre dos coaliciones, que gobernarán de manera asimétrica. La del PRI-PAN-PRD logró retener cinco alcaldías, mientras que la coalición encabezada por Morena logró concentrar once.

De las cinco alcaldías a su cargo, la coalición del sol azteca, el blanquiazul y el tricolor sólo tiene a una mujer al frente, mientras que la fuerza de Morena, aliada al PT y el PVEM, pone al frente de seis alcaldías a gobernantes mujeres, a la que se suma otra, que contendió de manera individual por el partido guinda. Es decir, esa fuerza política tiene siete mujeres al frente de las once alcaldías a su cargo.

En síntesis, la coalición oficialista ejerce en la mayoría de las alcaldías, donde un 63 por ciento está en manos de mujeres.

En términos de la representación descriptiva de las mujeres, que suele hacerse evidente con el número de personas que cumplen con características de semejanza —en este caso, mujeres representando mujeres—, los números indican una dinámica paritaria sostenida durante dos elecciones consecutivas.

Esto es favorable a la consolidación e institucionalización de la regla de paridad; permite que sea normal ver a mujeres competir y ganar el poder político, ejercer la toma de decisiones en condiciones de equidad.

El paso siguiente, ya en el gobierno, es transitar hacia la representación sustantiva: que la agenda de equidad de género sea una regla en el quehacer político no nada más de la capital del país, sino en México y, como extensión, en el resto de la región latinoamericana.

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