El presidente López Obrador aseguró que no habrá confrontación con ninguna iglesia pese al intento de enemistarlos impulsado por sus adversarios.
CIUDAD DE MÉXICO (apro). – A luz de los recientes hechos ocurridos con los dos sacerdotes jesuitas asesinados en Chihuahua, y la polémica generada con la comunidad judía luego de que el presidente calificara al comunicador Carlos Alazraki de “hitleriano”, el titular del Poder Ejecutivo aseguró que sus adversarios buscan enemistarlo con las iglesias.
“Los adversarios nuestros, como no han podido imponerse, ahora están queriendo que nosotros entremos a una polémica con las iglesias, ¡no! Hablando de lo mismo, amor y paz. Nos identificamos muy bien con el Papa Francisco y también tenemos muy buenas relaciones con pastores, con ministros de otras iglesias. Ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las iglesias. Que nadie se confunda, si me piden que exprese cuál es mi dirigente social más admirado, al que respeto más por su entrega en favor de los desposeídos, es Jesús Cristo”. – Dijo el presidente.
El presidente consideró que fue un crimen haberle declarado la guerra al narcotráfico durante la administración de Calderón y afirmó que no se puede resolver la violencia con más violencia. Por ese motivo, garantizó que el diálogo será permanente con las distintas comunidades eclesiásticas y en general con el pueblo de México.