Juicio contra García Luna: Cártel de Sinaloa vs los Beltrán Leyva

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El segundo día del juicio en contra del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, dejó en evidencia los conflictos entre el Cártel de Sinaloa y los hermanos Beltrán Leyva.

Imagen tomada de la conferencia de prensa del Gobierno de México.

CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común). – Concluido el segundo día de audiencias del juicio en contra del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en la Corte del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, trascendió por declaraciones de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, quien fuera lugarteniente de los Beltrán Leyva, que tras convertirse en secretario de Seguridad Pública, García Luna dejó de acudir a las reuniones con el Cártel de Sinaloa, en las que presuntamente, recibía los pagos por el apoyo que éste les brindaba.

En su lugar, continuó el Grande, comenzó a enviar a Luis Cárdenas Palomino, otrora director de Seguridad Federal de la entonces Policía Federal, y era él quien recibía el dinero destinado a García Luna en maletas negras conocidas como “chorizos”.

Asimismo, Villarreal Barragán declaró que, con la creciente expansión del Cártel de Sinaloa, los pagos al ex secretario fueron aumentando. En principio, la bolsa estaba constituida de aportaciones de todos los líderes del cártel, pero tras la ruptura interna de esta organización criminal, fue directamente Arturo Beltrán Leyva quien aportaba el dinero a cambio de información y el control de aeropuertos o carreteras en todo el país.

Para ilustrar el tipo de información de la que García Luna proveía al Cártel de Sinaloa a través de Cárdenas Palomino, el Grande señaló que él mismo fue informado de que la DEA estaba monitoreando y siguiendo a su cuñado. Además, fueron informados sobre los planes para capturar a Alfredo Beltrán Leyva, alias “el Mochomo”, de las casas de seguridad que serían cateadas e incluso de la planeada irrupción en la boda de Edgar Valdez Villarreal, mejor conocido como “la Barbie”, evento al que finalmente nadie acudió.

García Luna también proporcionó contactos al Cártel de Sinaloa para que éste adquiriera equipos de comunicaciones, espionaje y contrainteligencia, aseguró el Grande. El mismo Sergio Villarreal afirmó haberse disfrazado de miembro de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) durante la captura de Jesús Zambada García, alias “el Rey Zambada”, quien luego fue entregado al entonces secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México y a los verdaderos agentes de la SEIDO.

Por otro lado, añadió que, durante ese operativo, ordenó que el Rey Zambada fuera fotografiado para evitar una posible sustitución del detenido, toda vez que “en México todo es posible”, dijo.

Adicionalmente, el testigo narró cómo Arturo Beltrán Leyva, en una muestra de poder, secuestró a Genaro García Luna en la carretera Cocoyoc. Estas acciones surgieron ante el enojo de Beltrán por el apoyo de García Luna hacia Joaquín Guzmán Loera, alias “el Chapo” y hacia Ismael, “el Mayo Zambada”, además de la negativa de Cárdenas Palomino de responder a sus llamadas y de que los operativos eran siempre en contra de los Beltrán. Tras una retención que se prolongó durante horas, García Luna fue liberado en la misma carretera.

Por su parte, Cesar de Castro, abogado defensor de García Luna, procedió al contrainterrogatorio en el que buscó descalificar al testigo alegando que se trata de un delincuente peligroso y temido, por lo que aseveró, sus declaraciones carecen de validez.

Otro dato a destacar es que la defensa se mostró torpe y frustrada al confundir nombres en sus alegatos, además de resultarle imposible acorralar al testigo. En su participación, de Castro realizó una declaración directa: Arturo Beltrán asesinó a dos mujeres en su casa por haber criticado a su esposa. El testigo confirmó la versión. Finalmente, interrogó si Villarreal sabía de grabaciones de García Luna con Beltrán y -en su caso- si las había entregado a la fiscalía. A lo que el testigo respondió que sabe de la existencia de grabaciones, pero que él no las posee. Por lo que la defensa se dirigió al jurado y argumentó que no existen evidencias ni grabaciones de su cliente con Arturo Beltrán.

La audiencia concluyó con las declaraciones preliminares de un nuevo testigo, Tirso Martínez Sánchez, alias “el Futbolista”, lugarteniente del Cártel de Sinaloa y encargado de los cargamentos de cocaína transportada en tren hacia Los Ángeles, Chicago y Nueva York.

Tras una moción de la defensa para invalidarlo como testigo, el juicio continuará mañana y el juez decidirá si el Futbolista puede o no testificar.

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