“No es que no tengan matemáticas o que vayan a inyectar el virus del comunismo. (…) ¡No hay nada de eso! ¡Es el interés económico y el hambre del dinero!”. – Acusó López Obrador.
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común). – El pasado 8 de agosto, el grupo de intelectuales y académicos conocido como “Abajofirmantes” presentó un documento suscrito por más de 250 personajes que acusan al Gobierno Federal de violar el mandato de suspensión dictado por un juez y de no haber sometido a consulta pública los libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“El Gobierno federal está a punto de consumar un nuevo crimen contra la nación. En poco tiempo, violando el mandato de suspensión dictado por un Juez, se impondrán en las escuelas primarias libros de texto que no se fundan en programas de estudio oficiales. En ningún caso estos libros han sido sometidos a discusión o consulta pública. (…) Se busca imponer sin que los maestros hayan recibido la capacitación necesaria para aplicarlos”. – Reza parte parte del comunicado publicado en redes.
Por su parte, el titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, acusó a los denunciantes de juzgar el material educativo sin haberlo leído previamente.
“En esto de los libros de texto, ahí vuelven los Abajofirmantes, puro alcahuete de corruptos. Ni siquiera han leído los libros y ya los están condenando como 100 pseudointelectuales”. – Ironizó el presidente.
Posteriormente, afirmó que detrás de todas las manifestaciones de rechazo contra los libros de texto gratuitos existen dos razones: la ideología y el dinero.
“Firma Claudio X. González en contra de los libros de texto. Aguilar Camín se entiende porque era de los que mantenían el negocio de los libros de texto.
Hay una parte ideológica que tiene que ver con el pensamiento conservador que viene de tiempo atrás, ya hemos hablado aquí de cómo se opusieron los conservadores, el PAN, cuando el presidente López Mateos decidió entregar los libros de texto gratuitos. (…) Ahora no sólo es la parte ideológica, también están los libreros, grandes empresas.
Esas grandes empresas que hacían los libros están vinculadas con los medios de manipulación. Hay dos o tres periódicos que recibían más de mil millones al año, dos periódicos que hacían los libros, entre otros. Entonces, esos están lanzadísimos, incluso empresas extranjeras que financiaban a intelectuales y les daban premios.
Todo eso es lo que está pasando con relación a los libros. No es que no tengan matemáticas o que vayan a inyectar el virus del comunismo, no es que se le esté enseñando a los niños cuestiones sexuales desde temprana edad. ¡No, no, no! ¡No hay nada de eso! ¡Es el interés económico y el hambre del dinero!”. – Concluyó.