“Llegué a la conclusión de proponer que lo nuestro se conozca como Humanismo Mexicano, tomando en cuenta, fundamentalmente, las aportaciones de la historia de México”.
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común). – Inspirado en la máxima de Publio Terencio que afirma “nada humano me es ajeno”, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, postula un modelo político que retoma los valores de la historia nacional y los héroes que le dieron vida, ante la necesidad de definir teóricamente su concepción del servicio público.
“El día de la marcha y de mi intervención en el Zócalo, hablé de la necesidad de definir el modelo político que estamos llevando a cabo en la actualidad en el país. La política, entre otras cosas, es pensamiento y es acción. En momentos de transformación, lo más importante son los hechos, pero sí considero importante definir teóricamente cómo podríamos llamarle o bautizar lo que estamos haciendo.
Después de pensarlo, llegué a la conclusión de proponer que lo nuestro se conozca como Humanismo Mexicano, no sólo por aquello de que nada humano me es ajeno, que es un planteamiento universal, sino tomando en cuenta, fundamentalmente, las aportaciones de la historia de México, lo fecunda que ha sido nuestra historia y el papel destacadísimo de nuestros dirigentes históricos”.
Aunque no descarta los valores universales ni las aportaciones teóricas de los grandes pensadores del mundo, el humanismo mexicano es, fundamentalmente, un retorno a las gestas heroicas nacionales cuyo énfasis está en la justicia social.
“Martí, en su ensayo Nuestra América, que escribió en Nueva York, tiene un párrafo que es genial, porque estaba la discusión, ¿qué tanto ser universales y qué tanto ser nacionales? Si sólo nos guiamos, nos inspiramos en las ideas universales o no tomamos en cuenta las ideas universales y nos inspiramos en lo nuestro, en lo que hicieron nuestros antepasados.
Entonces, Martí decía, vamos a injertarnos, es decir, recojamos lo universal, pero también lo nuestro, y aunque nos injertemos, que se procure que el tronco sea el nuestro. Esa es, para mí, la esencia del Humanismo Mexicano. Es regresar a Hidalgo, regresar a Morelos, regresar a Juárez, regresar a Madero, a Villa, a Zapata, al general Lázaro Cárdenas del Río.
Desde luego, a la luz de la nueva realidad, de los nuevos acontecimientos, pero la esencia está ahí, porque Hidalgo y Morelos no sólo luchan por la Independencia de México, luchan por la justicia y eso no se da en otros países”. – Concluye.