De Tabasco a Palacio Nacional

Plaza de la Constitución S/N

Señor Presidente, Lic. Andrés Manuel López Obrador.

Usted es:

Un hombre valiente:

Usted mostró valentía, al iniciar la lucha en su natal Tabasco, en agosto de 1988, buscando abrir camino a la democracia y la justicia social. Años más tarde convocó a los tabasqueños a defender el triunfo en municipios importantes de ese estado, utilizando como medio de lucha un movimiento pacífico: “El Éxodo por la Democracia”. A su llegada a la Ciudad de México, lo conocimos mi madre y yo. Vimos su sencillez y su determinación para exigir el respeto a la voluntad popular. Muchas veces lo saludamos en mítines, a lo largo de los años en los que la izquierda era censurada y agredida por los gobiernos ilegítimos. Durante ese tiempo demostró tenacidad y la voluntad de crear un país más justo.

Un dirigente decidido:

Las cajas con comprobantes que documentaban el gasto del candidato oficial de más de 72 millones de dólares, en la campaña para la gubernatura de Tabasco y que le fueron entregadas en el Zócalo, en el Segundo Éxodo por la Democracia, constituyeron un arma poderosa para evidenciar el proceder antipopular del régimen. El Lic. López Obrador denunció esas irregularidades de campaña con las pruebas en la mano. Nos demostró que la lucha debe estar respaldada por la verdad. De igual manera mostró con pruebas el origen fraudulento del Fobaproa y años más tarde con el intento neoliberal para vender Pemex.

Los medios siempre intentaron denostar al dirigente López Obrador, pero él siempre los enfrentó sin miedo, de frente, en los escasos foros abiertos al debate, mostrando los vicios del sistema caduco.

Un líder perseverante:

Su decisión de defender la democracia sigue presente hasta la fecha, a pesar de fraudes electorales con los que le robaron la Presidencia en dos ocasiones previas. Ahí estábamos, sus simpatizantes, alistándonos para ser defensores del Gobierno Legítimo.
Mis familiares y yo nunca fuimos acarreados, nunca recibíamos un solo centavo de los partidos y apoyábamos con nuestro tiempo y recursos. Se establecieron gobiernos espurios, sin embargo, el Lic. López Obrador no nos dejó solos frente a estos y continuó luchando sin descanso.

Un hombre honesto:

Durante su mandato como Jefe de Gobierno del D.F. demostró su profesionalismo. Nunca abusó del poder para objetivos personales ni enriquecerse. Es un juarista a toda prueba.

Un alma grande:

Así como lo que Gandhi enfrentó con el Imperio Británico para liberar a su pueblo, el Lic. López Obrador tuvo que combatir un proceso ilegal que intentaba evitar que fuera candidato a la Presidencia, pero salió el pueblo capitalino a caminar pacíficamente junto a su líder. Desde Palacio Nacional se dieron cuenta de a quién apoyaba el pueblo, mostrado por una manifestación sin precedentes en magnitud.

Después de las elecciones fraudulentas, el Lic. López Obrador no llamó a tomar el poder por medio de la violencia, sino a resistir pacíficamente. Él está en contra de la guerra y ha evitado confrontaciones, inclusive con otros países.

Un visionario:

Creo que con la creación del denominado Gobierno Legítimo se fueron creando las ideas necesarias para conseguir un país más justo, soberano y democrático. La labor del Presidente a la fecha ha abarcado demasiados aspectos de la actividad de los mexicanos. Su trabajo dejará huella en las próximas generaciones. Será considerado como fundador de un Estado basado en la honestidad y la rendición de cuentas. El Presidente sabe el papel de los medios: primero para difundir su proyecto y posteriormente para evitar la desinformación.

Un hombre sin rencor:

A pesar de todos los ataques que ha recibido (hasta la fecha), nunca ha mencionado tener enemigos, pero sí adversarios. No ha utilizado la revancha ni la persecución política.

Un hombre culto:

Su mente es prodigiosa; se ha nutrido de las ideas de la izquierda, y de personajes únicos de la historia universal, desde Benito Juárez, Francisco Villa, Madero, hasta Gandhi y Bolívar. Nos ilustra en las mañanas, con frases de Tolstoi y Saramago, entre otros.

Ha acercado más a los pueblos hermanos de Latinoamérica, protegiendo hasta las vidas de líderes agredidos injustamente, como Evo Morales, por citar un ejemplo. Nos ha relatado su lucha. También conoce la historia del país, cita muchos autores, conoce México, el mundo. Es un hombre sabio.

Un presidente ejemplar:

Al llegar a la Presidencia, el Lic. López Obrador ha cumplido sus compromisos y ha actuado en beneficio del pueblo. Es un mandatario que se encarga del país desde muy temprano. Ha defendido el patrimonio nacional y ha puesto en claro que México no es colonia de ninguna otra nación. Como sólo el Gral. Cárdenas lo supo hacer, el Lic. López Obrador rescató el petróleo de las garras voraces extranjeras, así como la generación de electricidad, que estaba a punto de caer bajo el control de empresas privadas, contrarias al interés nacional.

Hombre feliz:

Es admirable su buen humor desde el inicio del día. Si parte de su vida fue una lucha agotadora, inigualable, ahora comparte con su pueblo la alegría de que México ya no es un botín de unos cuantos.

Si buscáramos más calificativos sería muy larga la lista: patriota, entusiasta del deporte, conocedor de tradiciones populares, respetuoso de los derechos de cada ciudadano…
Estas son las razones por las que siempre mencionaremos que el mejor gobierno ha sido el del Lic. López Obrador, porque es el Presidente que México requería y en lo particular por la situación que sufrían los más necesitados. En buen momento triunfamos, para salvar al país.

En la actualidad podemos presumir de las riquezas culturales de nuestro país, que somos una potencia mundial como él mismo lo dice. Se debe ésto a la unidad del pueblo con su Presidente.

De las mañaneras:

Sr. Presidente, queremos seguirlo viendo todos los días. Haga una mañanera desde su casa, compártanos sus ideas, su pensamiento diario, sus sentimientos. Todos los días me levanto a grabar el audio de sus conferencias matutinas (para escucharlas en cualquier otro momento) y será muy difícil no verlo ni escucharlo en “tiempo real”, desde allá donde se encuentre.

Mi madre y muchos conocidos le están agradecidos por su ayuda, ya que han mejorado sus ingresos. Ya alcanza el peso que les llega, para más. Yo estuve muy contento de ver que logramos lo correcto con su triunfo y que evitamos la catástrofe de ver hundido a nuestros país.

Lo conocimos el 11 de enero de 1992, en el Zócalo. Desde entonces nos dimos cuenta de su gran calidad humana.

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