Este 20 de enero se cumple el plazo autoimpuesto por Donald Trump para las deportaciones masivas de migrantes que ha estado amenazando; llama Monreal a estar preparados
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común).– El diputado Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), aseveró que ante el mandato del presidente Donald Trump al frente del Gobierno de Estados Unidos, a partir de este 20 de enero, “hay que estar preparados, pero no engancharse”.
El líder parlamentario analizó cómo Trump ha aplicado los principios más destacados de su libro “El arte de la negociación”, que él escribió en 1987, en su relación con México, “pues comprenderlos resulta esencial para encarar su regreso a la presidencia de Estados Unidos”.
Monreal Ávila dijo que la citada obra del próximo presidente de esa nación, “es en buena medida un ejercicio de autopromoción, y también describe, con sorprendente fidelidad, su forma de hacer política y gobernar”.
El diputado señaló que “en un punto particularmente revelador del texto, Trump revela su estrategia. Dice él: ‘Mi estilo en la negociación es bastante sencillo y llano. Apunto muy alto, y a partir de ahí todo es tirar, tirar y tirar hasta que consigo lo que quiero. A veces me conformo con menos, pero en muchos casos, al final y pese a todo, logro lo que me propuse’. Esta frase sintetiza su método: audacia, persistencia y una capacidad sostenida de intentar moldear las narrativas a su favor”.
Por ello, aseveró Monreal Ávila en un mensaje en sus redes sociales, “es muy importante estar juntos. Sí, son momentos de complejidad. Yo, pocas veces en mi vida pública, que son más de 40 años, y he sido testigo de alternancias o de transmisiones de poderes de presidentes en Estados Unidos, pocas veces he visto esta preocupación o esta incertidumbre que nosotros tenemos en México y que he escuchado, y he visto escritos, columnas y artículos sobre esto”.
Por parte, la diputada Dolores Padierna Luna (Morena) presentó un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente para exhortar a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y al Instituto Nacional de Migración (INM) a fortalecer los mecanismos de acción necesarios para la repatriación de niñas, niños y adolescentes migrantes a territorio mexicano.
Asimismo, solicita a ambas dependencias remitir un informe pormenorizado sobre el programa de acción y atención a niños migrantes.
En el documento, publicado en la Gaceta Parlamentaria, Padierna Luna planteó lo anterior al existir un temor inminente ante los planes masivos de deportación anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Esta polémica proviene dado que, en su primera administración se caracterizó la separación de familias que derivó en miles de niños desaparecidos en el sistema.
“Este acto, puede poner en riesgo la vida e integridad de miles de niñas, niños y adolescentes, ya que en este punto ello, pueden ser el blanco perfecto para la desalación forzada, trata de menores, prostitución infantil, tráfico de órganos y reclutamiento por parte del crimen organizado”, señaló.
La diputada refirió que, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, entre 2021 y 2024, más de 600 mil menores no acompañados han sido detenidos en la frontera sur de Estados Unidos. Cada año, esta cifra tiende a ser acumulativa: 146 mil en 2021, 152 mil en 2022, más de 137 mil en 2023 y casi 110 mil en lo que va del 2024, con ello se estima que, por mes arriban a la frontera norte cerca de 100 niños solos o con coyotes por semana.
Padierna Luna comentó que el zar fronterizo designado por el presidente Donald Trump, Tom Haman, ha mencionado que el gobierno de Estados Unidos no ha podido localizar a más de 300 mil niños migrantes y temen que muchos de estos fueran engañados para realizar trabajos forzados, tráfico sexual, entre muchos otros que pueden afectar su integridad física y psicológica.
La legisladora explicó que, en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del gobierno de los Estados Unidos, una vez que los menores llegan a ser detenidos, son trasladados a centros de detención para menores, donde son tomados sus datos, fotografías, huellas dactilares y les abren una ficha.
Agregó que en menos de 72 horas, de acuerdo a la ley, deberían ser transferidos a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, sin embargo, debido a la saturación del sistema, estos tiempos llegan a ser prolongados quedándose en instancias temporales, por días o incluso semanas, el proceso llega a ser aun mayormente complicado.
“Cuando estos menores pasan demasiado tiempo esperando su transferencia y cumplen la mayoría de edad, ya que pasan al control del Servicio Inmigración de Adunas, y son transferidos a centros de detención para adultos, ingresan a un entorno hostil, de burla y amenazas constante”, dijo.