Estimado presidente:
¿Te vas tan pronto? Fue hace apenas unos meses cuando te enfrentaste a la oposición en televisión nacional y frente a toda la ciudadanía mexicana, argumentando sólidamente contra (Diego) Fernández de Cevallos. Apenas hace unas semanas cuando acudiste al palacio legislativo para tu juicio de desafuero y también de llamar “Chachalaca” al personaje más emblemático de la vil y cruel derecha mexicana (Vicente Fox). Y fue tan sólo hace un par de días que llamaste al derecho que, por ley, se tiene para solicitar un reconteo de los votos en aquel fraude electoral del 2006.
Todo esto realmente parece que sucedió ayer. Querido Andrés Manuel, el tiempo pasa muy rápido.
Hoy; luego de tanto odio, de tantas mentiras y engaños, de tantos insultos y humillaciones, de tantos fraudes, de tantas calumnias, de tanta guerra sucia; luego de tanto tiempo, asumiendo la misión de recorrer el país, conocer sus carencias y sus necesidades, acercarte a nosotros, escucharnos, abrazarnos y estar frente a nosotros resistiendo y avanzando, ¿cómo que te vas?
Apenas está empezando esto; es el momento en el que nuestro país comienza a mejorar y a recuperarse, después de que esos depredadores, y sus carroñeros, vinieran a deshacerse de nuestros derechos; no te puedes ir tan pronto, no seas así. Querido Andrés Manuel, “no hay mal que por bien no venga”, dijiste al tomar la palabra y demostrar que con dignidad y honor, le mandaste a cerrar la boca a esos fachos, a esos mentirosos vende patrias.
Estoy orgulloso de poder acompañarte desde el año 2006, aquel año en el que comenzó mi vida académica, quizá uno de los eventos canónicos más importantes. Y otro, el de comenzar a conocer más de ti, de tus ideas y del movimiento social que representamos hoy.
Te acompañé sin el derecho legal al sufragio en el año 2012, pero convencido de que, así como avanza el tiempo, el movimiento también lo haría, cada vez más fuerte y sólido. Hasta llegar juntos a la victoria en el 2018. Seis años más tarde estamos acá dispuestos a continuar con la revolución de las conciencias. Arrasamos a la oposición, les demostramos que “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. Les demostramos que ni con sus «especialistas», ni con esas supuestas relaciones con los narcos o de manera infame, con los rusos, pudieron llegar a detenernos. Ha pasado tanto y de todo.
Pero todo fue gracias a ti, por resistir, por enseñarnos que con valores y principios, con honestidad y fidelidad, pero sobre todo con colectividad y unión, el pueblo puede salvar al pueblo. Gracias por hacer de la política una disciplina para todas y todos. Por hacer de la política una ciencia noble y justa. Gracias por hacer que México sea para nosotros y también para los que silenciaron.
A mis veinticinco años, pude presenciar el primer gobierno de izquierda en mi país, el primer presidente politólogo, el primer presidente escritor. Un líder social, el mejor presidente en la historia de México.
Sí se pudo, Andrés Manuel, sí se pudo. Gracias por todo, querido presidente. Mi presidente.
Te quiero.