El presidente presentó su reporte con 31 puntos sobre la desaparición de los estudiantes, además de documentos anexos para definir su postura sobre este caso acontecido en el sexenio de Peña
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común).- Como se comprometió en su pasada Conferencia Matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hizo públicos su primer reporte sobre el caso Ayotzinapa que entregó a los deudos, y un anexo con distintos reportes complementarios como el del Ejército, CIDH y grupos independientes.
El reporte presidencial con 31 puntos, contiene los esfuerzos del gobierno actual para dilucidar este caso de ‘ejecuciones de Estado’ en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y que fue encubierto por el entorno del mismo.
El segundo documento publicado, es un anexo que suma 109 páginas en seis reportes, tales como la emisión de la medida cautelar en favor de los jóvenes por parte de la CIDH; el acuerdo para la incorporación de la asistencia técnica internacional con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes; una de las comparecencias del testigo protegido con clave Juan.
A lo anterior se suman las cartas entre AMLO y los familiares, sobre al proceso de los 16 militares involucrados en la desaparición de los jóvenes y el acceso a archivos militares; la sentencia de la corte de inmigración de Estados Unidos sobre la solicitud de asilo de Ulises Bernabé, ex juez en Iguala, Guerrero.
El aspecto del reporte que más controversia ha provocado, es lo referente a la probable participación del Ejército en las desapariciones: aunque se ha procesado a 20 militares, entre ellos dos generales, por posible omisión y vínculos con la delincuencia organizada, no se ha podido demostrar la participación directa de integrantes del Ejército en el crimen de Iguala, menciona el documento.
“Ciertamente; no hay duda de la responsabilidad del Estado, ya sea por omisión, ocultamiento o fabricación de la llamada “verdad histórica” de los funcionarios federales, estatales y municipales involucrados, pero el señalamiento al Ejército, sin pruebas, me produce desconfianza y sostengo que podría obedecer a un afán de venganza de personas o instancias del extranjero para debilitar una institución fundamental del Estado”.
Además, señala que atacan al Ejército con la misma intención política y carencia de respaldo, que lo golpetean a él, con mentiras sobre supuestos vínculos con el narco, aprovechando “la actitud sectaria” de organizaciones independientes a quienes dijo respetar, pero no confiar en algunas de ellas, ya que fingen defender al pueblo pero algunas son extensiones del “poder oligárquico internacional y nacional”.
Defendió la labor de las secretarías de Defensa Nacional y de Marina y la Guardia Nacional en seguridad y respuesta contingencias.
“Les voy a poner un ejemplo: una obra que hemos construido con los ingenieros militares nos ha significado un ahorro de cuanto menos 100 por ciento, que si esa obra se hubiese levantado con una empresa constructora seria. Porque si la hubiésemos hecho esa misma obra con una empresa contratista, como era antes, no nos hubiésemos ahorrado el doble, sino, el triple; es más, no se hubiese hecho, se hubiesen llevado hasta el anticipo, como era antes. ¿cómo no voy a defender a quienes nos han ayudado en la transformación del país?”.
