Balandrano Campos anunció que el pasado 30 de diciembre, se realizó por accidente el hallazgo de una veintena de cajas de plomo en un nicho instalado en la cúpula central de la Catedral Metropolitana.
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común). – Durante la conferencia de prensa del Gobierno de México, el director general de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura, Arturo Balandrano Campos, informó que el Gobierno Federal, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y con autoridades eclesiásticas, ha orientado importantes esfuerzos en la reconstrucción y conservación del patrimonio dañado en los sismos del año 2017.
“Hemos restaurado 1,579 templos y también hemos restaurado arquitectura civil en la que incorporamos palacios municipales, museos, casas de cultura, bibliotecas, fuentes, acueductos, kioscos y vivienda tradicional que conforma el paisaje histórico-urbano de nuestras localidades tradicionales”. – Explicó.
Asimismo, señaló que buena parte del patrimonio cultural dañado son monumentos religiosos, por lo que se ha trabajado de la mano de la Iglesia Católica estableciendo nuevos y mejores protocolos para su preservación.
“En el caso del patrimonio religioso, hemos atendido bienes que están inscritos en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO, en los centros históricos de Puebla, de Oaxaca y de la Ciudad de México. Por supuesto, hemos colaborado muy intensamente con la Iglesia Católica, quienes se han sumado a este esfuerzo para poder establecer nuevos protocolos de conservación y mantenimiento.
En el marco de este proceso hemos atendido a la Catedral Metropolitana, principal monumento religioso del país por su significado histórico, religioso y social”. – Dijo.
Finalmente, y como consecuencia de estos trabajos, Balandrano Campos anunció que el pasado 30 de diciembre, se realizó por accidente el hallazgo de una veintena de cajas de plomo en un nicho instalado en la cúpula central de la Catedral Metropolitana.
Según palabras del director, cuando se estaban llevando a cabo los trabajos de aplanado en la cúpula, una baldosa de barro que cubría un nicho orientado al norte se desprendió y en su interior los trabajadores encontraron una caja rectangular de plomo con inscripciones en latín. A esa caja le siguieron una veintena más, todas con inscripciones de nombres de santos o divinidades, las cuales contenían pinturas, cruces y fragmentos de posibles medallones de por lo menos hace 200 años.
Una vez que se terminen de analizar los hallazgos, las cajas volverán a ser colocadas en los nichos para su resguardo. Algunas hipótesis apuntan a que se trata de imágenes de santos protectores de la ciudad, informó el director.