¿Cómo ha cambiado la contribución fiscal de los hogares durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador?
Un prejuicio bastante clasista y común consiste en afirmar que las personas pobres y quienes tienen un trabajo informal no pagan impuestos. Derivado de él, otro prejuicio clasista bastante común es la afirmación de que sólo determinadas personas o incluso estados mantienen al país y que, por lo tanto, deberían tener mayor poder de decisión. Como muchos prejuicios, estas afirmaciones son falsas. De entrada, porque las personas pobres y los trabajadores informales o del sector informal pagan los impuestos al valor agregado (IVA) y el especial sobre producción y servicios (IEPS) cada vez que adquieren un bien o servicio que esté sujeto a ellos.
Asimismo, la entidad federativa que más ha aportado al erario durante al menos las últimas cuatro décadas es Campeche, por su riqueza petrolera. Es posible saber qué porcentaje del total de recursos recaudados por cada tipo de impuesto aportan diferentes grupos sociales. Por ejemplo, se puede dividir a la población en 10 grupos, cada uno con 10 por ciento de los hogares, ordenados de menor a mayor ingreso. A cada uno de estos grupos se les conoce como decil de ingreso, los cuales van desde el 10 por ciento más pobre de los hogares hasta el 10 más rico. Con base en esta clasificación, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) muestra el porcentaje que cada uno de estos grupos contribuye al total de la recaudación proveniente de los hogares, así como para tipo de impuesto.
En general, el 10 por ciento más pobre contribuyó con 0.7 puntos porcentuales del total de la recaudación proveniente de los hogares en 2022; y el 10 por ciento más rico, con 38.3 puntos. En general, mientras mayor es el ingreso de los hogares, mayor es la contribución que hacen. A esto se le conoce como progresividad, ya que los hogares con mayores ingresos contribuyen más que proporcionalmente. En buena medida se debe a que la principal aportación, el impuesto sobre la renta (ISR), es progresiva, y a que, en el caso de otros que no son progresivos, sino proporcionales, como el IVA y el IEPS, en general los hogares con mayores ingresos gastan más en el tipo de bienes y servicios a los que están sujetos, por lo que contribuyen más.
Así, el 70 por ciento de los hogares con menores ingresos contribuyó con alrededor de una tercera parte de la recaudación proveniente de los hogares. Los siguientes deciles, los octavo y noveno, contribuyeron con 28.3 por ciento y, el 10 por ciento más rico con el 38.3 por ciento del total.
Sin embargo, ha habido cambios en las proporciones que cada decil contribuye. La contribución de los seis deciles de menores ingresos se incrementó de 2018 a 2022 también de manera progresiva: el 10 por ciento más pobre aumentó 0.7 puntos porcentuales la recaudación de los hogares, mientras que el sexto, 1.4 puntos porcentuales. Cabe destacar que, aunque proporcionalmente, los deciles de los hogares de menores ingresos aumentaron su contribución, mientras también lo hicieron en mayor medida sus ingresos de 2018 a 2022, por lo que este aumento más que se compensa. En buena medida, el aumento en la recaudación en los deciles de menores ingresos se debe a que para muchos de ellos el trabajo asalariado se ha vuelto más importante, debido a los aumentos en los salarios mínimos, que benefician no sólo a los trabajadores formales, sino también a los informales. También se debe a que, al tener mayores ingresos, probablemente gastan más y pagan más IVA y IEPS. Asimismo, como parte de la política laboral, varios trabajadores informales —que laboraban en el sector formal, pero sin prestaciones— han transitado a ser trabajadores formales.
