México se rompió en muchas direcciones con la guerra fallida que inició el gobierno de Felipe Calderón y cuyas consecuencias han durado ya dos sexenios. Opuesta a la idea fascista de que, para que se termine la violencia, el Estado debe asesinar a sus ciudadanos, hoy existe una nueva perspectiva no punitiva de la paz, que incluye programas de contención de la desigualdad, nuevos polos de desarrollo, y acciones de cero impunidad. Este número es un seguimiento al tema de la paz desde el ángulo de las estrategias concretas de pacificación, desde la percepción hasta los expedientes.
Arrancamos con una entrevista a la encargada de la seguridad ciudadana a nivel federal, Rosa Icela Rodríguez que nos respondió sobre tres temas que le llevamos: los eventos destructivos en Jalisco, Guanajuato, Ciudad Juárez, y varias ciudades de Baja California, entre ellas, Tijuana; el destino de la Guardia Nacional; y los feminicidios.
A continuación, se inscriben las reflexiones de Julián Atilano, doctor en Sociología por El Colegio de México y actual investigador del PUEDJS de la UNAM, que bordan sobre el tema de la percepción de la seguridad en estos últimos años. Nuestro consejero y columnista de La Jornada, Pedro Miguel, nos detalla por qué los “abrazos” no describen lo suficiente toda una estrategia y estructura institucional de pacificación que actúa todos los días. Guadalupe Correa, profesora de la Universidad de George Mason de Virginia y autora, entre otros, de La guerra improvisada: los años de Calderón y sus consecuencias y Los Zetas Inc., reflexiona sobre la reaprehensión de Rafael Caro Quintero en el contexto de la lucha por los recursos en el estado de Sonora.
No habrá nuevo régimen sin memoria clara de la violencia política, nos recuerda la historiadora Alicia de los Ríos Merino, quien busca el paradero de su madre desde que el 5 de enero de 1978 la policía política la desapareció. La apertura de los expedientes militares, junto con los trabajos de la nueva comisión de la verdad para esas desapariciones políticas desde 1965 a 1996, puede iluminar ese camino de oscuridades, complicidades, y secretos del viejo régimen.
Este es un recorrido por esos empeños llamados “pacificación”. Como tenacidad, esfuerzo, y anhelo, la palabra “empeño” en este número quiere ayudar a iluminar esa nueva dirección de un proceso que ha sido complejo y que debe conducirnos a la paz.