Para el año 2050, más de 9,700 millones de personas pueden habitar el planeta, representando un incremento del 70% en la producción mundial de alimentos.
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común).- En el esfuerzo por encontrar estrategias que aseguren una alimentación nutritiva y sustentable en el país, diversos especialistas y productores propusieron algunas rutas para lograrlo. Esto cobra relevancia dado que para el año 2050, más de 9,700 millones de personas pueden habitar el planeta, según datos de la ONU, representando un incremento del 70% en la producción mundial de alimentos.
En el marco de la iniciativa “Diálogos por la Transformación”, se señaló una falta de enfoque en el desarrollo de los programas sociales como “Sembrando vida” o “Producción para el campo”, los cuales solo abordaron cuatro granos (maíz, arroz, frijol y trigo) y leche. Por ello, se propone el desarrollo de los otros 31 elementos para lograr la seguridad alimentaria.
Asimismo, se propuso la creación de corredores y huertos escolares que incluyan trabajos agroalimentarios en las escuelas, con el fin de inculcar a los alumnos desde edades tempranas la conciencia de la agricultura, los cuidados y el proceso que llevan a cabo los alimentos para llegar a los hogares.
Por su parte, la integradora IMPRODEVA sostiene que es necesario integrar a los nuevos pequeños productores y beneficiarios de los programas sociales en cadenas de producción, que les brinden empacadoras, transportes refrigerados, procesadoras y certificaciones, entre otros elementos, con el objetivo de sostener sus producciones y generar excedentes para su comercialización.
Tras escuchar las propuestas de los invitados, el Dr. Julio Berdegué Sacristán señaló los cuatro retos que enfrenta el sector agropecuario y pesquero en los próximos años, así como la forma en que el Gobierno Federal puede acompañar su desarrollo.
El primer reto señalado es el abastecimiento del agua y las formas de darle un tratamiento eficiente. El segundo es el financiamiento para el campo, el cual tiene que ser focalizado y distribuido por prioridades. El tercero es la certidumbre en el comercio mediante una correcta regulación de precios y los mercados internos y externos. Por último, el cuarto reto es asegurar una adecuada organización entre los 5 millones de comunidades agropecuarias y las 3 mil unidades de pesca en el país.