Past Lives: encuentro con uno mismo

Columnas Plebeyas

Fue Baltasar Gracián quien, por el año 1600, dijo que “la autorreflexión es la escuela de la sabiduría”. Y sin duda las meditaciones internas son las que nos llevan a tener las reflexiones más profundas sobre quiénes somos y a dónde vamos, el ejercicio de conversar desde lo interno nos deja dilucidar, aunque sea por instantes, aquello que conforma lo más profundo de nuestro ser, y en ocasiones nos ayuda a destapar cañerías que nos asedian y perjudican en nuestro andar en la vida diaria. 

Una vez que logramos dilucidar lo que hay en nuestras entrañas nos encontramos con algo misterioso, la profundidad y especificidad del ser es también aquello que nos hace darnos cuenta de que no somos tan diferentes del otro, y es lo único que nos hace conectar con otras personas. Sacando a la luz este tipo de reflexiones y compartirlas es como que se puede llegar a tener una genuina intimidad con el otro, y bien sabemos que la intimidad es bella y poderosa, justamente eso vemos en Past Lives: el compartir la profundidad del ser de la directora Celine Song.

La cineasta ha volcado toda su energía en transmitir de manera clara y profunda su intimidad a través de cada fotograma de esta excelente película. La cotidianidad se entrelaza con la expresión de temas importantes, permitiéndonos reconocernos en un día a día que revela una historia llena de amor, melancolía y ternura.

Past Lives pareciera sencilla, y lo es en la forma de narrar su historia, pero es sumamente compleja por la profundidad de diálogos que en más de una ocasión hemos tenido con nosotros mismos y cuyas reflexiones nos llevan a cuestionarnos el presente de la vida que vivimos y si hemos tomado las decisiones correctas o si simplemente nos estamos engañando, con la esperanza de que alcanzar lo que alguna vez soñamos.

Puede que no sea igual para todo el público, puede que muchos no inicien reflexiones internas, pero lo que es un hecho es que esta cinta por lo menos transmite una historia hermosa, que nos muestra las venturas y desventuras a las que una vida (bien vivida) nos puede llevar.

Y para quienes una película tiene un poco más que decir, para aquellos que se observan a sí mismos en un filme, una hora y 46 minutos de Past Lives pueden significar el encuentro con uno mismo…

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