“¿Por qué aumentó la carga en México de las enfermedades no transmisibles? ¡Porque aumentó la población!”. – Sostuvo Rafael Lozano durante el foro: “Enfermedades crónicas no transmisibles” de Diálogos por la Transformación.
CIUDAD DE MÉXICO (Sentido Común). – El pasado 31 de enero, en el Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se llevó a cabo el foro: “Enfermedades crónicas no transmisibles | Salud metabólica”, encabezado por el Dr. David Kershenobich en el marco de la iniciativa “Diálogos por la Transformación”.
En el evento participaron Xavier Soberón, coordinador general del Centro de Ciencias de la Complejidad, Rafael Lozano de la Facultad de Medicina y Carlos Aguilar Salinas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
Tras la presentación del Dr. Kershenobich, Rafael Lozano explicó que las enfermedades no transmisibles (ENT), también conocidas como enfermedades crónicas, y entre las que destacan las cardiovasculares, suelen ser de larga duración y se dan como resultado de una combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento.
Además, subrayó que las ENT afectan de forma desproporcionada a los habitantes de países de ingreso mediano bajo, donde se producen más de las tres cuartas partes de las muertes por ENT en el mundo (31,4 millones), según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El 80% de las enfermedades no transmisibles son prevenibles, según dice la OMS. Pero las enfermedades no transmisibles son un problema de desarrollo, no un problema de ricos. Y, en el asunto del problema de desarrollo vale la pena resaltar que el riesgo de muerte prematura en los países de ingresos bajos y medios es casi el doble de lo que sucede en países ricos.
(…) ¿Por qué aumentó la carga en México de las enfermedades no transmisibles? ¡Porque aumentó la población! En general, el problema que tenemos para la salud pública no es la ignorancia, sino las ideas preconcebidas, todos los prejuicios que tenemos son lo que nos lleva a no orientar adecuadamente las políticas públicas”. – Dijo.
En ese sentido, Carlos Aguilar sostuvo que, para reducir el impacto de las ENT tanto en las personas como en la sociedad, se necesita de un enfoque integral en el que todos los sectores, incluidos los de la salud, las finanzas, el transporte, la educación, la agricultura, la planificación y otros, colaboren para reducir los riesgos asociados a las ENT y promover intervenciones encaminadas a prevenirlas y controlarlas.
“En Europa la enfermedad cardiovascular ha disminuido cerca del 30% y lo mismo ha sucedido en Estados Unidos. Eso muestra que a pesar de que los factores ambientales juegan un papel muy relevante, ante estrategias organizadas, multisectoriales, es posible cambiar el impacto que tienen las enfermedades metabólicas.
Cuando uno se pone a analizar los documentos de la OMS, las sociedades médicas, las organizaciones globales como la OCDE u organizaciones no gubernamentales, todos los documentos tienen en común las mismas estrategias. Con esto fácilmente podemos comprender por qué a pesar de tener documentos de alta calidad, no podemos modificar la carga de enfermedad”. – Aseguró.
Posteriormente, agregó que este tipo de intervenciones son una excelente inversión económica porque, si se proporciona a los pacientes de forma temprana, pueden reducir la necesidad de un tratamiento más costoso.
Finalmente, aprovechó para celebrar el esfuerzo de la iniciativa “Diálogos por la Transformación”, a la que calificó como una posibilidad para replantear el problema.
“Creo que esta es una enorme posibilidad de replantear el esfuerzo y comportarnos como un país con el suficiente desarrollo para evitar errores implementados en el pasado”. – Concluyó.