El pasado 15 de enero se llevó a cabo, en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), el foro “Retos fiscales en México” de la iniciativa “Diálogos por la Transformación”.
El encuentro coordinado por el economista Gerardo Esquivel estuvo compuesto por dos mesas de diálogo cuyo objetivo fue la identificación de oportunidades y retos en materia fiscal para los próximos años en el país.
Mesa II: PEMEX y pensiones
Participaron Irvin Rojas, como moderador; Lorenzo Meyer Falcón, quien es Consejero independiente de PEMEX, Fluvio Ruiz, exconsejero independiente de PEMEX, David Razú, director general de Afore S. XXI Banorte y Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP).
Puntos abordados:
- La deuda de PEMEX, que representa uno de los mayores retos para las finanzas públicas a pesar de todos los cambios que se han hecho para combatir que esta deuda siga creciendo.
- Uno de los grandes problemas de PEMEX es que no tiene la capacidad de tomar decisiones de inversión por la lógica de mercado, sino por las ambiciones fiscales a corto plazo de la administración en curso.
- Es fundamental comenzar a evaluar a PEMEX en términos económicos y no en cuestiones productivas o “volumétricas”.
- Se requiere una revisión exhaustiva a la ley de hidrocarburos, en específico a los impuestos que se aplica a la extracción de crudo en el país, o a la regulación de los llamados gases no asociados.
Respecto a las pensiones:
- Se destacó que en esta adiministración ha habido grandes cambios con respecto a otros gobiernos. Antes existía una muy baja cobertura y muy pocos de los trabajadores podían alcanzar una pensión mínima garantizada. Tampoco se atendía la necesidad de una pensión universal, la reglamentación era muy restrictiva y muy pocas personas recibían una pensión contributiva.
- Otro problema que existía antes es que el salario mínimo causaba una discrepancia muy alta con respecto a lo que los trabajadores ganaban en realidad y lo que se reportaba. Por lo que su pensión se veía afectada. Solamente el 25% de los trabajadores podían acceder a una pensión.
- Se mencionó que en esta administración se han modificado cómo éstas funcionan para atender mejor las necesidades de los trabajadores. Se lograron incrementar las aportaciones. También se disminuyó el número de semanas cotizadas a 750, se puso un límite a las condiciones de los AFOREs, entre otros cambios para robustecer la manera en la que se nutren las pensiones de los trabajadores. Hoy es posible decir que en México tenemos uno de los sistemas de pensiones más sólidos a nivel regional, gracias a los cambios que han sucedido durante esta administración.
- Existe, sin embargo, todavía un reto de desigualdad muy grande entre ciertas pensiones que terminan siendo muy altas contra otras que son muy reducidas. Igualmente por la reglamentación anterior hace falta una integración más sólida de los diferentes esquemas que puedan integrar los esfuerzos para brindar una pensión digna a todos los mexicanos.
- Otro reto mencionado es la transición demográfica y la reducción que se espera en los siguientes años del total de la población económicamente activa.
- También el tema del género fue mencionado, ya que muchas mujeres que participan en trabajo no remunerado o en economía informal no aplican a pensiones contributivas, por lo que la brecha de desigualdad económica entre hombres y mujeres aumenta.
Algunas conclusiones fueron que deben continuar los cambios regulatorios a las pensiones para atender los retos mencionados, que puedan propiciar una convergencia de reglas, impulsar el ahorro voluntario o ahondar más en la pensión no contributiva.
