México produjo un humanista

Plaza de la Constitución S/N

Para el mejor Presidente de la historia de México y del mundo:

Me considero afortunada de vivir en estos tiempos interesantes en los que nos toca ver cómo millones de voluntades, respaldadas por nuestra historia y nuestra cultura, fuimos capaces de producir un AMLO. 

Es un orgullo enorme ser parte de ese pueblo maravilloso que fue capaz de soportar 500 años de tortura, humillaciones, despojos y sometimiento, pero nunca se rindió. Por el contrario, siguió su lucha, llevó a cabo transformaciones a su tiempo y cumplió con el papel de preparar todo para este momento tan sublime: ¡Llevar a cabo la Cuarta Transformación sin romper un vaso! Lograr la revolución de las consciencias, presentar al mundo el Humanismo Mexicano en un momento donde el planeta necesitaba desesperadamente una luz de esperanza entre tanta barbarie, tanta violencia y gobiernos que desconocen el dolor humano o prefieren la satisfacción de sus placeres pasajeros. En un momento en el que difícilmente se entiende que la felicidad es estar bien con uno mismo y con el prójimo. 

México fue capaz de producir un líder humanista al que ningún dolor le es ajeno, que habla fuerte para defender al que más lo necesita, que practica el amor al prójimo mejor que muchos sacerdotes, que nos enseñó que el verdadero poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás, no de uno mismo. 

No cabe duda de que toda la grandeza de nuestros ancestros, los que pisaron estas tierras y fueron maestros de matemáticas y ciencias, que eran profundamente conocedores de la psicología y de la condición humana, que fueron grandes filósofos y amantes de la vida, nunca se fueron y, al contrario, seguimos con nuestro propósito de regresar a la grandeza. Es un orgullo gigante saber que lo logramos.

Hay tantas lecciones de historia, política, economía, geografía, filosofía, ética en cada discurso, en cada mañanera. Te prometemos seguir pasándolas a los que nos siguen, pero creo que lo que más me ha maravillado y quiero seguir viendo en nuestros próximos dirigentes es el amor profundo al pueblo. Eso nos ha vinculado a ti para siempre. Creo que no lo veremos en mucho tiempo. Eso te ha hecho grande, enorme, eso nos ha demostrado el poder enorme que tiene el amor, capaz de lograr tanto en todos los ámbitos posibles: Social, de la salud, económico, cultural, energético, medioambiental, de la justicia, educativo, deportivo, rural, turístico, de infraestructura, transparencia o comunicación, ¡en todos! México es ahora un ejemplo mundial. Y lo es porque es un país digno, soberano. En ningún lugar se está haciendo lo que aquí estás haciendo tú de la mano del pueblo. Después de vivir muchos años en el extranjero, ahora entiendo mejor las falacias y la enorme hipocresía del mal llamado “primer mundo“. Puedo decir con aplomo que no hay mejor lugar para vivir que este bendito país. ¿Cuántos paradigmas derrumbaste? ¿Cuántas mentiras han caído y cuántos ojos abriste?

A mí me llena de ilusión saber que mi hija y mis sobrinos podrán vivir en un México digno, consciente y humano.

Sé que veremos muy buenos dirigentes. De hecho, nos enseñaste a no aceptar menos, queremos presidentes que nos amen mucho, que no busquen perpetuarse y que no se dejen tentar por el poder, que sean capaces de formar y compartir sus enseñanzas para que seamos cada vez mejores, cada vez más felices. Y tú, mi Presi bello, tendrás siempre mucho que ver con esa felicidad. 

Por todo esto y más: ¡Gracias, gracias, gracias! Disfruta mucho tu retiro, sábete profundamente amado. Estoy eternamente agradecida de haber vivido en los tiempos de AMLO. Mi hija y mis nietos sonreirán al escuchar tu nombre. 

María Mercedes Escobar Torres.

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