Un izquierdómetro basado en indicadores laborales

Columnas Plebeyas

Un reclamo que seguramente hemos oído por parte de los catadores de la izquierda es que el gobierno de López Obrador no es de izquierda. Sin entrar en mayores polémicas, considero que una característica de un gobierno de izquierda es el apoyo a los trabajadores que, aquí y en China, siempre somos la mayoría de la población.

Podemos analizar indicadores laborales para construir un izquierdómetro. El primer indicador que propongo es la pobreza laboral que estima el Coneval. Este indicador mide el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria. El valor más reciente de este indicador fue de 40.1% en octubre de 2022. El valor más bajo alcanzado durante lo que va del sexenio fue de 36.6% en el primer trimestre de 2020, antes de que la pandemia por Covid literalmente jodiera a la Patria puesto que, para el tercer trimestre de ese año, esta cifra se elevó a 46%. Comparativamente, el menor valor durante el sexenio de Peña Nieto fue de 40.1% en el segundo trimestre de 2018 y el mayor de 45.5% en el cuarto trimestre de 2014. El valor promedio para el sexenio de López Obrador ha sido de 40.1%, mientras que el de Peña Nieto fue de 42.3%. En ese sentido, podemos afirmar que el gobierno de AMLO está más a la izquierda que el Peña Nieto.

Otro indicador es el ingreso laboral per cápita, el cual es el resultado de sumar el ingreso laboral de todos los integrantes de un hogar y dividirlo entre el número de estos. Como la mayoría de las personas somos trabajadores, este tipo de ingreso es el más importante para la mayoría de los hogares. En términos reales, es decir, descontando la inflación, el ingreso laboral per cápita promedio en lo que va del sexenio actual ha sido de 2,707 pesos, mientras que en el de Peña Nieto fue de 2,458 pesos. El valor mínimo en el sexenio actual ha sido de 2,461 pesos, mientras que, en el anterior fue de 2,303 pesos. Podemos darle un punto más en el izquierdómetro a AMLO.

Estos cambios probablemente se deben a los aumentos en el salario mínimo ya que, casi por definición, las personas más pobres son las que ganan este sueldo. Según la Conasami, a precios de julio de 2018, el salario mínimo promedio en el último año del sexenio de Peña Nieto fue de 88 pesos, mientras que en el presente año ha sido de 148 pesos, lo cual representa un incremento de 82.7%. Otro punto extra.

Un último indicador puede ser el porcentaje que representan las remuneraciones de los asalariados—insulto que a veces utilizan los fifís—respecto al PIB. De acuerdo con el Inegi, de 2019 a 2021 el promedio fue de 29.3%, mientras que el promedio en la administración pasada fue de 28.4%, otro punto para AMLO. Sin embargo, si utilizamos el indicador de la proporción que recibe el factor trabajo respecto al PIB modelado por la OIT, en 2019, en Suecia fue de 54.7% y en Francia, 59.3%. En países más parecidos como Colombia fue de 53.4% y en Brasil, 61.4%. En México fue de 33.4%. Es decir, el izquierdómetro necesita profundizarse todavía más.

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