En un tuit del diputado del PAN Jorge Triana se lee “México 2018-2024” debajo del texto una fotografía de un burro liderando a un rebaño de ovejas. Hace unos días, su compañera de partido, Xóchitl Gálvez, quien ha manifestado interés por ser la candidata conservadora para la Jefatura de Gobierno, presentó su propuesta de eliminar los programas sociales creados por el presidente López Obrador: pensión para adultos mayores, personas con discapacidad y las becas para estudiantes.
En el Congreso de la Ciudad de México, la bancada del PAN se negó a aprobar el derecho a una Beca universal todas las niñas y niños de escuelas públicas de la Ciudad -de todas formas la reforma constitucional se aprobó con el resto de los partidos- si bien es cierto, que las posiciones antiderechos por parte de los legisladores de Acción Nacional son cosa común, no deja de preocupar el recorrido hacia la extrema derecha que ha tomado dicha bancada en la capital.
Por ejemplo, legisladores como América Rangel y Ricardo Rubio -quien ha sido señalado en redes sociales por violencia doméstica- han adoptado posiciones abiertamente en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, contra el derecho a decidir, llaman ninis a quienes reciben becas, han llegado a discriminar a minorías sexo-genéricas en redes sociales y simpatizan abiertamente con partidos ultra conservadores de otras partes del mundo como el español Vox.
Desde el tuit de Triana, en el que llama a todos los seguidores de AMLO borregos que siguen a un burro, pasando por la intención de Xóchitl Gálvez de eliminar los programas sociales, la oposición panista al aumento al salario mínimo, hasta las expresiones más retrógradas de América Rangel, queda claro que el PAN y los partidos que lo acompañen representarán, por un lado, el desprecio al pueblo y por el otro, un gran retroceso en los derechos conquistados.
La adopción de discursos de odio y discriminatorios no es sorpresa en un partido conservador que se ha unido a la ola de movimientos reaccionarios anti-derechos en el plano internacional. Sin embargo, es importante tener claro una cosa, en el país y en la Ciudad de México lo que está en disputa son los derechos de las y los mexicanos. En Morena tenemos que estar a la altura del reto.
