Estimado presidente:
Usted vino a marcar un antes y un después dentro de la política mexicana. Me da mucho gusto haber vivido y ser testigo de ello, lo he manifestado desde que empezó a desempeñar de manera dignísima el cargo de nuestro Presidente; en las redes, con mi familia, con mis amigos, en mi trabajo (desde mi trinchera). Usted ha tenido las mejores ideas de solución a los grandes problemas del país, su oposición no lo ha opacado y sí le ha dado un mayor impulso, ya que día con día ellos van para atrás y usted y su gobierno adelante.
No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero no sabe el deseo tan grande que tengo de poder abrazarlo, felicitarlo, y tomarme una foto con usted, le doy infinitas gracias por su ejemplo, ya que desde hace mucho lo sigo y la suya es una historia de éxito, lo admiran incluso fuera de nuestro país, y usted es un lujo para nuestro país. ¿Sabe lo único que no me ha gustado? Que usted no pueda repetir, es una verdadera lástima que no podamos adoptar el modelo de otros países con la reelección, ya que sin duda volvería a ganar.
Le doy muchas gracias por interesarse en el beneficio de los adultos mayores, los jóvenes, los pobres, los pueblos indígenas, los trabajadores, la economía, usted ha propuesto tantas cosas, puso a México en el concierto mundial de las mejores economías, con las mejores monedas, ha propuesto eliminar el lastre de tantos corruptos en instituciones inútiles. Recuerdo lo de reducir diputados de mayoría relativa, y tantas buenas reformas que por tentar intereses de gente que no quiere a México no aprueban, y eso en las reformas y en las obras, su legado es enorme, el Tren Maya y el Interoceánico, las refinerías, los aeropuertos, entre otros (muchos más). Si en seis años pudo hacer todo esto, deja usted la vara muy alta, difícilmente volveremos a tener otro AMLO.
En lo personal le puedo decir que usted desayuna conmigo, desde que inició veo sus mañaneras del diario, incluso cuando era Jefe de Gobierno en la Ciudad de México. Nos ha puesto un ejemplo enorme en auto eliminarse tanto privilegio que en el pasado tenían sus antecesores. De verdad, ahora que escribo esto y hago remembranza veo tantas cosas que hace usted por México, y todos los días, y todo el tiempo. Habría sifo un privilegio enorme trabajar con usted, yo soy Auditor Interno, y mi formación desde chico siempre ha sido el camino recto, por eso le doy la razón en tantas cosas que habla. Su familia debe estar muy orgullosa de tenerlo como jefe de familia, ¿pero sabe qué? Muchos, sin que usted lo sepa, lo consideramos nuestro guía. Como no puedo escribir más de dos cuartillas dejo de escribir, pero créame que podría decirle más cosas. En verdad, muchísimas gracias, señor Presidente, usted es una bendición para nuestro país, nuevamente gracias, en verdad lo amamos.
Sincera y cordialmente
Luis Antonio Vásquez Guevara
