De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) levantada de manera trimestral por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a junio de este año 67.4 por ciento de la población adulta consideró que vivir en su ciudad es inseguro. Aunque esta cifra representa un aumento desde septiembre de 2021, cuando se alcanzó el porcentaje más bajo desde el mismo mes de 2013, que fue de 64.5 por ciento, implica una mejora respecto a diciembre de 2018, cuando comenzó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. En ese entonces, el porcentaje fue de 73.7 por ciento. Dicho de otra forma, ha habido una mejora de 6.3 puntos porcentuales (pp) en lo que va del sexenio.
Esta mejora en la percepción guarda relación con lo que sucede en la realidad ya que durante el primer semestre de 2022 el 27.4 por ciento de los hogares del país fue víctima de al menos un delito, mientras que este porcentaje fue de 35.8 por ciento al inicio del sexenio. Es decir, de inicio a estas alturas del sexenio ha habido una reducción de 8.4 pp en el porcentaje de hogares victimizados por la delincuencia.
El tipo de delito más común se ha vuelto la extorsión: 11.6 por ciento de los hogares tuvo al menos una víctima de este delito durante el primer semestre de 2022, incluso por debajo de robo o asalto en calle o transporte público (9.7 por ciento) o el robo parcial de vehículo (9.5 por ciento) para el mismo periodo. Por el contrario, los tipos de delitos más frecuentes a inicio del actual sexenio fueron el robo o asalto en calle o transporte público (15.8 por ciento), seguidos por el robo parcial de vehículo (13 por ciento) y después la extorsión (12.4 por ciento). Nuevamente, en todos los casos ha habido una mejora: mientras que la reducción en asaltos en calle y transporte público ha sido de 6.1 pp, en el caso de la extorsión ha sido de menos de un punto porcentual. Aquí se puede apreciar una posible priorización ya que, mientras los robos y asaltos atentan contra el patrimonio de las personas, la extorsión, al ser sobre todo mediante llamadas telefónicas, no tienen efectos perniciosos en la mayoría de los casos si la gente simplemente cuelga.
En relación con el desempeño percibido y la confianza de la ciudadanía en las autoridades encargadas de la seguridad pública, la Marina y el Ejército, que tienen los mayores niveles favorables, han tenido un ligero deterioro de inicio de sexenio a junio de 2022. La primera de 0.9 y 0.6 pp, respectivamente, y el segundo de 1.3 y 0.2, también respectivamente. Por su parte, si comparamos a la (afortunadamente) ahora extinta Policía Federal con la Guardia Nacional, ha habido una mejora de 6.7 pp, pasando de 63.3 a 70 puntos el porcentaje de adultos que perciben como efectivo su desempeño, y de 9.7 pp en confianza, pasando de 64.8 a 74.5 por ciento. Las diferentes policías estatales también han experimentado una ligera mejora de apenas 0.6 pp en desempeño, pero un deterioro de 1.1 pp en confianza. Por su parte, las policías municipales han tenido una mejora en la percepción de su desempeño de 3.5 pp y 1.8 pp en confianza.