Lo que creemos y lo que profesamos
Supongamos que soy atlantista. Supongamos que, en lo íntimo de mi corazón, siento que el Atlante es el mejor equipo del universo y siempre lo será. Sin embargo, si alguien me ofreciera apostar todas mis posesiones y multiplicarlas por diez mil si el Atlante ganara el próximo partido, no lo haría. Si yo realmente creyera […]